Nuestro encendido calendario patrio orgullosamente nos señalaba, el pasado sábado, un nuevo aniversario de la gesta histórica del 4 de febrero. 31 calendarios se han desgajado o han caído sobre el esfuerzo propulsor de la imborrable gesta. Los días notables carecen corrientemente de estatuas, pero perduran, por su significado y valor específico, sobre la conciencia y la devoción creciente de los pueblos. Caracas se preparaba para ser el insustituible escenario de una de las más impresionantes manifestaciones de apego y compromiso, lealtad y adhesión con el imborrable legado. Una multitudinaria marcha se apoderaba, espontáneamente, de las principales arterias viales, calles y avenidas de la ciudad capital. Un indescriptible fervor, una inalterable pasión se plasmaba, de cristalina manera, en el rostro y cuerpo de innumerables personas, esas mismas que han sido el principal argumento u alegato en la irreversible continuidad del paso revolucionario. Era la siempre incondicional base y militancia que nuevamente daba la extraordinaria sensación de achicar los espacios de la Gran Caracas, con ese indoblegable sentimiento popular. Igualmente se confundían con su propio pueblo, en el extenso recorrido, las principales referencias, los principales dirigentes de las diferentes manifestaciones revolucionarias. Todos acudían, en una suerte de inédita simbiosis, a conmemorar la fecha pero sobre todo proclamar la plena vigencia de aquel legado originado en esa gesta que está impregnada para siempre en el alma y espíritu de todo un pueblo. Es tener la seguridad de que el 4F permanecerá intacto en la memoria colectiva de la patria.
La extraordinaria retórica
Entre los más activos participantes del espléndido evento para rendir reverencia a la inolvidable fecha, a ese estremecedor 4F, se encontraba el gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava, llevando en sus alforjas las décadas puestas al servicio de la consolidación del proceso revolucionario, Lacava es un verdadero patriota que puede exhibir, sin reserva, su intachable trayectoria que se sustenta con hechos y actos tangibles en favor de Puerto Cabello, Carabobo y Venezuela, siempre bajo las estrictas instrucciones de la revolución, colocando su febril vocación para seguir la ruta trazada, garantizar la necesaria continuidad del paso. Un emocionado Rafael Lacava llegaba a expresarse ante toda la interminable concurrencia “El 4 de febrero del año 1992 partió la historia de este venerado país. Hay un antes y un después del 4F, lo que sucedió después todo hemos sido testigos, todos lo conocemos. Por ello en la conmemoración de esta imborrable fecha patria, nosotros los patriotas de esta tierra acudimos a ratificar nuestro inquebrantable compromiso de lealtad, de dignidad, de moral con el comandante Chávez y con el presidente Nicolás Maduro. Aquí están estos rostros, los trabajadores, estos jóvenes, adultos mayores, los maestros, los deportistas, en definitiva está todo el pueblo de Venezuela que no se va a rendir jamás, por que el legado de Hugo Chávez quedó para siempre y aquí está, en esta infinita marcha, la extraordinaria demostración de fervor y compromiso. Todos nosotros fuimos capaces de poder derrotar los demoledores e incesantes ataques dirigidos, de irracional manera, por dictados foráneos e imperialistas. El gobernador de Carabobo lanzaba una contundente advertencia “Aquí continuaremos firmes, aquí nadie se va a rendir jamás. No importará los estériles ejercicios para tratar de vulnerar la dignidad de todo este pueblo porque seremos siempre capaces de derrotar conspiraciones, felonías, injusticias porque lo que están haciendo en contra del pueblo venezolano es aparte de ilegal, es una conducta criminal y nosotros estamos demostrando que teniendo como principal patrimonio nuestra dignidad podemos seguir constituyendo ese inquebrantable frente en contra de las acciones que fueron propiciadas para atacar y perjudicar a todos los venezolanos”.
La necesaria unidad
Con una soberbia y sincera retórica, la misma que viene replicando desde hace más de dos décadas al servicio de la revolución, Rafael Lacava con su característica efervescencia y entusiasmo llegaba a expresar de manera palpitante “Esta revolución se ha hecho con la gente, esta revolución se ha hecho con ese pueblo que nunca se ha rendido a pesar de las complejas dificultades que hemos atravesado”. Y mirando directamente a los múltiples y consecuentes rostros, Lacava llegaba enfáticamente a señalar “Mientras ustedes sigan activados, mientras ustedes sigan en la calle, aquí nosotros vamos a seguir echándole bolas para poder resistir contra un imperio criminal, un imperio injusto, un imperio canalla que ha inducido muchas de las dificultades y adversidades que tenemos. No nos podemos rendir camaradas”. En el momento cumbre de su extraordinaria intervención, el gobernador de Carabobo, el patriota a carta cabal, el revolucionario a toda prueba proclamaba “Hago, desde aquí, un llamado a la blindad unidad, tenemos que estar al lado de Maduro, al lado de Nicolás, porque estamos convencidos que se merece el apoyo de todo un pueblo por estoicamente haber resistido la más grande de todas las agresiones que ningún presidente ha soportado, por ello reitero mi absoluta seguridad de que este indómito pueblo nunca podrá ser manipulado, somos los mismos chavistas que desde el año 1998 estamos en la calle y vamos a seguir en la calle hasta nuestro último aliento, hasta que vivamos en esta tierra, carajo” al culminar su impecable intervención, Rafael Lacava volvió a confundirse con su mismo pueblo, se extraviaba nuevamente con sus compañeros de ardua lucha. Sencillamente es compromiso y lealtad. Y esa es la verdad.
Post Scriptum
La próxima semanal entrega estará signada o en sus líneas trataremos, dentro de nuestras notorias carencias, plasmar un breve pero entretenido relato que llevará por nombre “La nueva desdicha de los revolcados y su desdentado aliado”.
Por César Burguera
