El fenómeno meteorológico azotó esta ciudad brasileña de 14 mil habitantes con vientos que alcanzaron entre 180 y 250 km/h, lo que provocó la "caída de árboles e incluso de casas enteras".
La Defensa Civil regional aseguró que "ya se han confirmado cinco fallecimientos como consecuencia del tornado". "Las primeras informaciones también indican que hay 30 heridos graves y moderados, y alrededor de 100 heridos leves", agregó ese cuerpo local de rescate.
"Bajo la orientación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, estamos trabajando en los planes de ayuda humanitaria, el envío de equipos y el apoyo a las acciones de reconstrucción", anunció en la red social X el ministro de Integración y Desarrollo Regional, Waldez Góes.
El gobernador de Paraná, Ratinho Júnior, dijo en la misma plataforma que "las fuerzas de seguridad están en alerta, movilizadas y monitoreando las ciudades afectadas por las fuertes tormentas".
El Instituto Nacional de Meteorología mantiene una alerta de "peligro por tempestades" en todo Paraná, así como en los estados sureños de Santa Catarina y Rio Grande do Sul, fronterizos con Argentina y Uruguay.