La llamada “Operación Contención”, dirigida contra la poderosa organización criminal Comando Vermelho, ha provocado indignación dentro y fuera de Brasil por el uso excesivo de la fuerza y las denuncias de ejecuciones extrajudiciales.
Según la Defensoría Pública de Río, al menos 132 personas murieron, incluidos cuatro agentes policiales, mientras que la Policía del estado mantiene su cifra en 119 fallecidos.
Además, 113 personas fueron detenidas, entre ellas diez adolescentes, y se incautaron 91 fusiles junto con una cantidad no especificada de drogas.
El STF busca determinar si el gobierno de Castro respetó los protocolos impuestos por el tribunal en 2020, que restringen las operaciones policiales en favelas para evitar abusos y violaciones a los derechos humanos.