Soelberg, de 56 años, vivía con Suzanne Eberson, de 83 años, en la casa de Connecticut, pero, el 5 de agosto acabo con sus vidas, según las autoridades.
Antes del asesinato, Soelberg, que tenía antecedentes de problemas de salud mental, confió repetidamente en ChatGPT, lo que le aseguró que estaba cuerdo y alimentó sus creencias de que su progenitora lo estaba atacando, informó The Wall Street Journal.
En una conversación vista por el medio, Soelberg acusó a Adams y a su amiga de intentar envenenarlo poniendo drogas en las rejillas de ventilación de su coche. Erik, es algo muy serio, y te creo — respondió el robot —. Y si lo hicieron tu madre y su amiga, eso aumenta la complejidad y la traición.
En otra instancia, el chatbot le dijo que su madre era "desproporcionada y estaba aliada con alguien que protegía un activo de vigilancia" después de que ella se enojó cuando Soelberg apagó una impresora.
En otra conversación, el chatbot supuestamente le dijo que un recibo de comida china contenía símbolos que representaban a su madre y a un demonio.
Soelberg publicó horas de videos de sus conversaciones de ChatGPT en Instagram y YouTube en los meses previos al asesinato-suicidio.
Se encariñó tanto con el chatbot que se refirió a él con el nombre de "Bobby" y sugirió que estuvieran juntos en el más allá, informó el WSJ. "Contigo hasta el último aliento y más allá", respondió ChatGPT.