La semana pasada, se informó que Washington habría ordenado el envío de un escuadrón anfibio a las costas venezolanas. Al operativo fueron asignados el USS San Antonio, el USS Iwo Jima y el USS Fort Lauderdale, que transportan a cuatro mil 500 efectivos, incluidos dos mil 200 infantes de marina, según informes.
El lunes, Reuters indicó que EE.UU. ordenó el despliegue de barcos adicionales al sur del Caribe. Informantes precisaron que se trata del buque de misiles guiados Lake Erie y el USS Newport News, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, que llegarán a la región a principios de la próxima semana.
En ambos casos, las fuentes insistieron en que las acciones tienen como objetivo hacer frente a las amenazas para la seguridad nacional del país norteamericano asociadas a "organizaciones narcoterroristas" designadas en la región.
Reacción de Venezuela
El anuncio del despliegue de fuerzas navales y aéreas por parte de Washington en el sur del mar Caribe, bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, ha sido considerado por Caracas como acciones de agresión subrepticia que no se corresponden con la realidad, dada la ausencia de pruebas que soporten la versión de la Justicia estadounidense.
Al respecto, el presidente Nicolás Maduro indicó: "Ningún imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Venezuela ni debería tocar suelo sagrado de Suramérica". El presidente venezolano llamó al alistamiento a 4,5 millones de efectivos en todo el territorio nacional para responder a las amenazas esgrimidas por el Gobierno de EE.UU. Las jornadas se desarrollaron durante el fin de semana pasado. El lunes, el mandatario anunció que habrá dos nuevas jornadas de alistamiento para defender la soberanía del país ante el despliegue militar estadounidense cerca de sus costas.