Internacional
Niegan solicitud de libertad condicional a Erik Menéndez ¿Qué pasará con su hermano?
Según New York Post, Erik acumuló varias faltas disciplinarias
22 de agosto de 2025
Internacional.- Una junta penitenciaria de California (EE.UU.) denegó este jueves la solicitud de libertad condicional de Erik Menéndez, quien junto con su hermano Lyle cumple una condena de mínimo 50 años por el asesinato de sus padres hace más de tres décadas, informa AP.

A pesar de que la defensa destacó su supuesto cambio personal desde el crimen, los comisionados de la junta concluyeron que aún es un riesgo para la sociedad por su comportamiento en prisión. Según New York Post, Erik acumuló varias faltas disciplinarias, entre ellas la posesión de un teléfono móvil y enfrentamientos con otros reclusos.


Sin embargo, Erik, de 54 años, tendrá la oportunidad de solicitar nuevamente la libertad condicional en tres años, aunque uno de los comisionados lo instó a modificar su conducta. Por otro lado, Lyle, de 57 años, también está en proceso de evaluación para su posible liberación.

Su hermano podría quedar libre

De acuerdo con el NYP, Lyle Menéndez tiene altas posibilidades de que la junta recomiende su libertad. En caso de ser así, dispondrá de 120 días para una revisión legal antes de enviar la recomendación al gobernador Gavin Newsom, quien tendrá 30 días para aprobarla.

Historia de un caso de nunca acabar

En la noche del domingo 20 de agosto de 1989, José y Kitty Menéndez recibieron varios disparos a quemarropa con una escopeta mientras se encontraban en la sala de estar de su mansión.

La Policía llegó a la escena después de que Lyle, entonces de 21 años, llamara al 911 y gritara: "Alguien mató a mis padres". Lyle y su hermano Erik, que entonces tenía 18 años, dijeron más tarde a los investigadores que habían llegado a casa y encontraron a sus progenitores asesinados a tiros.

Al principio, las autoridades creyeron que los asesinatos fueron obra de la mafia y se centraron en rivales comerciales de José. Sin embargo, comenzaron a sospechar de los hermanos luego de que estos empezaran a gastar grandes sumas de dinero, derrochando parte de la herencia en los meses posteriores al suceso.



El caso dio un giro cuando la pareja del terapeuta de Erik y Lyle reveló a la Policía que los hermanos habían confesado el crimen durante una sesión y aportó una grabación de la confesión. Gracias a esto y a otras evidencias, los hermanos fueron formalmente acusados en 1992.

En el juicio, que empezó un año después, los fiscales retrataron a los acusados como dos jóvenes privilegiados, narcisistas y malcriados que mataron por codicia y libertinaje, con el objetivo de heredar un patrimonio estimado en 14 millones de dólares.

Si bien los hermanos admitieron el parricidio, insisten en que asesinaron a sus padres por miedo y en defensa propia, después de toda una vida de abusos físicos, emocionales y sexuales a manos de sus progenitores.

Durante el juicio, acusaron a su padre de abusar sexualmente de ellos, en el caso de Lyle desde los 6 años y en el de Erik, durante más de una década. Además, en una carta que supuestamente envió a un primo y que en su momento no se usó como evidencia, Erik escribió: "Nunca sé cuándo va a pasar y me está enloqueciendo. Cada noche me quedo despierto pensando en que va a entrar".


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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Actualidad RT