"La conversación fue muy franca, informativa y, en mi opinión, nos acerca a las decisiones necesarias", detalló. En este sentido, el mandatario ruso reiteró que su visita a Alaska "fue oportuna y muy útil". "Hablamos de casi todos los aspectos de nuestra interacción, pero, sobre todo, por supuesto, hablamos de una posible resolución justa de la crisis ucraniana", indicó.
Los presidentes de Rusia y EE.UU., Vladímir Putin y Donald Trump, mantuvieron este viernes una histórica reunión en la base militar Elmendorf-Richardson, en el estado de Alaska. Tanto el líder ruso como su par estadounidense destacaron que las conversaciones se desarrollaron en un ambiente "constructivo y de respeto mutuo".
El mandatario ruso señaló que Moscú ve "el deseo de la Administración estadounidense y del propio presidente Trump de facilitar la resolución del conflicto ucraniano, su deseo de profundizar en la esencia y comprender sus orígenes".
Trump indicó que los dos líderes lograron "algunos avances" y "grandes progresos". "Hubo muchísimos puntos en los que coincidimos, y diría que la mayoría", dijo. Según el mandatario estadounidense, "ahora depende" del líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, llegar a un pacto.
Muchos políticos y dirigentes del mundo han evaluado positivamente el encuentro, destacando que se trata de un "paso significativo hacia la paz", ya que la solución al conflicto ucraniano no está en el campo de batalla, sino en la mesa de negociaciones.
Vladímir Putin ha declarado repetidamente que su país está listo para el diálogo y un acuerdo, pero insistió en la necesidad de abordar las causas profundas del conflicto, como la expansión de la OTAN y la discriminación de las personas de habla rusa en Ucrania.