La idea del presidente interino del TSE, Oscar Hassenteufel fue destacar el propósito del voto informado. “El voto informado es la herramienta más poderosa que tenemos los bolivianos para influir positivamente en la dirección de nuestro país”, afirmó.
Así que el organismo electoral, junto con empresarios y periodistas, diseñó un formato con tiempos estrictos y un límite de tres preguntas por candidato, reglas que la moderación tuvo que hacer cumplir en varias ocasiones .
El primer debate presidencial se centró en los ejes de democracia, justicia y estado de derecho, y se desarrolló en un clima de confrontación. Aunque todos los candidatos expusieron sus propuestas, el intercambio de preguntas reveló una estrategia clara: los representantes de la derecha política concentraron sus intervenciones en cuestionar a Andrónico Rodríguez, candidato de la Alianza Popular y figura emergente de la izquierda boliviana.