"Estábamos haciendo un pequeño recorrido por la zona. Es increíble la devastación. Árboles de 100 años arrancados del suelo. Nunca había visto algo así. […]. Esto es terrible. Acabamos de visitar a familias increíbles que, bueno, miren, han quedado devastadas. Perdieron a uno o dos hijos, […] nunca había visto algo así: un riachuelo angosto que se convierte en un monstruo, y eso es lo que pasó", sostuvo el mandatario ante los medios tras la visita al lugar del desastre, que hizo en compañía de la primera dama, Melania Trump.
Del mismo modo, Trump honró a las víctimas que perecieron tras una violenta subida del río Guadalupe mientras acudían al campamento cristiano "Camp Mystic", que eran en su mayoría niñas.
"Muchas vidas, muchos jóvenes ángeles. En el campamento de verano cristiano para chicas, conocido como "Camp Mystic" […]. La gente, los padres, venían y se quedaban con sus hijas. Se quedaban en otras cabañas solo para estar con sus hijas […]. Estaban allí porque amaban a Dios. Y mientras lamentamos esta tragedia inimaginable, nos consuela saber que Dios ha acogido a esas hermosas niñas en sus brazos reconfortantes en el cielo", expresó.
Insistió asimismo que se trató del "peor aguacero jamás visto", lo comparó con "una ola gigante en el océano Pacífico" que "los mejores surfistas del mundo tendrían miedo de surfear" y destacó que la crítica situación había derivado en catástrofe porque tuvo lugar mientras "la mayoría de los residentes dormían en sus camas".
En esta línea, aclaró que se habla de entre 135 y 140 muertos, pero que aún no ha logrado establecerse el número exacto de personas desaparecidas.