Smith fue sometida a una cesárea de emergencia, y el bebé, nombrado Chance con un peso aproximado de una libra y 368 gramos (menos de un kilo en total), se encuentra en la unidad de cuidados intensivos. Newkirk dijo al canal de televisión afiliado de NBC que se espera que Chance "esté bien" y que se encuentra luchando.
El Hospital de la Universidad de Emory decretó la muerte cerebral de Smith en febrero y, desde entonces, permanece ahí porque quitarle los tubos respiratorios y otros aparatos mataría al feto, según el relato de la familia, que llamó la atención sobre el caso desde el mes pasado.
Newkirk denunció que la familia no tenía poder de decisión porque después de 2022, cuando la Corte Suprema estadounidense revocó el derecho constitucional al aborto, Georgia tiene una ley que prohíbe interrumpir el embarazo desde el momento en que el embrión muestra actividad cardíaca, alrededor de las seis semanas.
El caso de Smith, enfermera de profesión, atrajo la atención nacional porque planteó preguntas difíciles sobre la ley de aborto de Georgia, y las consecuencias de su aplicación.