Parolin y Tagle: Favoritos y atacados en la recta final hacia el cónclave para elegir al próximo Papa
El italiano está bajo fuego por el caso Becciu y el filipino por su gestión de Cáritas
Internacional.- En tiempos de cónclave, exponerse es un error, lo confirma la historia, pero también la actualidad. No es casualidad que Pietro Parolin y Luis Antonio Tagle, los dos cardenales que encabezan las apuestas para suceder a Jorge Mario Bergoglio, se hayan convertido en blanco de ataques, rumores y maniobras de descrédito cuando falta apenas una semana para el inicio del cónclave.
El caso más evidente es el de Parolin, secretario de Estado saliente y uno de los pocos que ha permanecido en su cargo durante todo el pontificado de Francisco. Un candidato natural (algunos, deformando su apellido, ya lo llaman “Papolín”) que, desde la muerte del Papa argentino, ha sido criticado tanto por conservadores como por progresistas. A eso se suman los clásicos rumores sobre su estado de salud. En las últimas horas, Parolin habría empezado a contraatacar, activando la red diplomática de la Secretaría de Estado, con los nuncios en primera línea.
La renuncia del cardenal Angelo Becciu a participar en el cónclave ha sido la última piedra en el camino. El purpurado sardo, destituido por Francisco tras una condena en primera instancia por malversación y abuso de poder, anunció ayer su decisión con estas palabras: “Pensando en el bien de la Iglesia, que he servido y seguiré sirviendo con fidelidad y amor, y para contribuir a la comunión y serenidad del cónclave, he decidido obedecer la voluntad del Papa Francisco, aunque sigo convencido de mi inocencia”.
Detrás de esa decisión está un enfrentamiento directo con Parolin, rival en el seno de la Secretaría de Estado. Según fuentes vaticanas, Parolin le mostró a Becciu dos cartas mecanografiadas y firmadas con una “F” de Francisco, en las que se establecía su exclusión del cónclave. El órdago de Becciu, lanzado inmediatamente después de la muerte del Papa, parecía apuntar directamente a Parolin. El momento elegido dejó muchas sospechas entre los allegados del secretario saliente. Su retirada, sin embargo, no disipa las sombras sobre el gran favorito.