Al igual que en liberaciones anteriores de rehenes israelíes, los tres hombres llevaban con regalos conmemorativos y certificados que les habían entregado los combatientes del movimiento palestino. A cada uno le entregaron un "certificado de liberación", así como un bordado que muestra un mapa con las fronteras de Palestina que reclama Hamás.
Una de las pancartas en árabe, hebreo e inglés que había colgadas en el escenario recogía una aparente referencia a los planes de Donald Trump de desplazar a los gazatíes de sus tierras a otros países de la región: "Ninguna migración excepto a Jerusalén".
Uno de los rehenes, Sasha Troufanov, también tiene ciudadanía rusa. El embajador de Rusia en Catar, Dmitri Dogadkin, comentó a la agencia TASS que su inclusión en la lista de rehenes a liberar durante la primera fase del acuerdo entre Hamás e Israel, en lugar de la segunda, se realizó a petición de Moscú.
"Según los dirigentes del movimiento palestino, esto se hizo en señal de respeto a la postura de nuestro país a favor de una solución justa del conflicto en Oriente Medio", señaló Dogadkin, en referencia a la posición de Rusia, que propone una solución biestatal al conflicto palestino-israelí.
Este lunes, el presidente de Estados Unidos aseveró que el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás debería cancelarse si el movimiento palestino no libera a todos los rehenes que mantiene retenidos en la Franja de Gaza antes del mediodía del sábado.
Un día después, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, amenazó con reanudar los combates de no concretarse hasta el sábado la liberación de más rehenes.