La refinería, que pertenece a la estatal petrolera Petrobras tendrá una inversión para las obras de entre 6.000 y 8.000 millones de reales (entre unos 1.224 y 1.632 millones de dólares).
"(...) dinero que será recuperado en el primer año de operación", según dijo el presidente de la compañía, Jean Paul Prates, durante el anuncio, que tuvo lugar en la sede de la planta, ubicada en la zona metropolitana de Recife, la capital del estado de Pernambuco (nordeste), y que contó con la asistencia de Lula.
Las obras de la segunda unidad de la refinería (Tren 2) deben comenzar en el segundo semestre de este año y se calcula que finalizarán en 2028, cuando la planta tendrá capacidad para procesar 260.000 barriles de petróleo diarios.
La Refinería Abreu e Lima inició operaciones en 2014 con el primer conjunto de unidades (Tren 1) con una capacidad para procesar 115.000 barriles diarios de petróleo y ahora con la ampliación pasará a 130.000 por día.
La idea original, incluso, era que la refinería tendría participación de la compañía estatal petrolera de Venezuela, Pdvsa, un plan gestado en 2005 por los entonces presidentes Lula y el fallecido Hugo Chávez.
En dicho plan Petrobras aportaría un 60 % del capital y Pdvsa el 40 % restante, pero en 2013, ante la falta de aportes del socio, Petrobras anunció que terminaría en solitario el proyecto.