Roraima fue abastecido por la energía de Guri entre 2001 y 2019, pero el Gobierno de Bolsonaro suspendió las importaciones con el argumento de que los continuos apagones en el país vecino ponían en riesgo la transmisión.
El ministro agregó que la retomada de la importación de la energía venezolana fue prevista en un decreto presidencial sancionado en agosto y gracias a la normalización de las relaciones bilaterales desde que Lula asumió su tercer mandato, en enero pasado.
El Gobierno de Bolsonaro (2019-2022), líder de la ultraderecha brasileña y que consideraba al presidente Nicolás Maduro un dictador, redujo al máximo las relaciones de Brasil con Venezuela.
De acuerdo con Silveira, además de garantizar el abastecimiento eléctrico de Roraima, la retomada de las importaciones de energía venezolana generará un ahorro mensual de 10 millones de reales (unos 2 millones de dólares) para los consumidores brasileños, que pagan más caro por la energía generada por las termoeléctricas.
«Brasil quiere modernizar su sistema energético mediante la integración con los países vecinos para que podamos garantizar la seguridad del abastecimiento y las menores tarifas posibles», dijo.
El ministro afirmó que la retomada de las importaciones de la electricidad venezolana no interrumpirá los proyectos del país para integrar Roraima al sistema interconectado nacional, que permitirá que el estado comience a recibir energía de otras regiones del país a partir de 2024