Según explicó en conversación con CinemaBlend, la guerrera Na'vi atraviesa una etapa dominada por la ira y el dolor acumulado, lo que la lleva a una postura extrema frente a los humanos.
La artista señaló que esa carga emocional convierte a Neytiri en alguien incapaz de distinguir matices, algo que incluso impacta en su vínculo con Jake Sully, el personaje interpretado por Sam Worthington. Describió ese estado como una ceguera emocional que condiciona las decisiones del personaje en la nueva película.
"No quiero sentir jamás tanto odio en mi corazón hacia nadie. No importa cuánto mal puedan infligir, es su decisión. Y yo simplemente elijo no permitir que el odio me envenene. Y la ha envenenado a ella, y seamos sinceros, Neytiri es racista y simplemente pierde la visión por culpa de su furia ciega", afirmó.
Saldaña, reconoció además que interpretar ese nivel de resentimiento no fue sencillo y que el proceso "pesó" sobre ella a nivel personal, ya que se trata de una construcción dramática intensa que obliga a explorar emociones límite.
La actriz interpreta a Neytiri desde la primera película de James Cameron, estrenada en 2009, y vuelve a encarnar al personaje en esta nueva entrega de la saga de Avatar.