¿Plagio o inspiración? Críticos debaten similitudes de "Titanic" de 1997 con un clásico británico de los 50'
Las "coincidencias" entre ambas películas van más allá de la temática del naufragio
Espectáculos.- Desde su estreno en 1997, la gran obra de James Cameron, "Titanic", fue un fenómeno global que cosechó 11 premios Oscar y recaudó más de dos mil millones de dólares. Sin embargo, detrás de su éxito arrollador, se esconde una controversia sobre la originalidad de algunas de sus escenas más emblemáticas.
Críticos y cinéfilos han señalado la notable semejanza entre secuencias clave del filme de Cameron y la aclamada película británica "La última noche del Titanic" (A Night to Remember, 1958), dirigida por Roy Ward Baker. Esta producción de 1958, basada en el libro de Walter Lord, fue elogiada por su meticulosa precisión histórica y sensibilidad, estableciéndose como la narrativa cinematográfica definitiva del desastre durante casi cuarenta años.
En tal sentido, las "coincidencias" entre ambas películas van más allá de la temática del naufragio. Escenas enteras, composiciones visuales e incluso ciertos diálogos parecen haber sido replicados con una fidelidad asombrosa. Un ejemplo destacado es la representación del constructor del Titanic, Thomas Andrews, en la sala de fumadores, una imagen casi idéntica en ambas versiones.
De igual forma, secuencias como la caída de una mujer al ser empujada de un bote salvavidas, la persistencia de los músicos tocando hasta el final, el oficial disparando para contener a la multitud y un pasajero colándose ingeniosamente en un bote, son momentos que evocan directamente la cinta de 1958. Inclusive, la participación del actor Bernard Fox, quien interpretó al vigía Frederick Fleet en la película de 1958 y luego apareció en la versión de Cameron como el Coronel Archibald Gracie, añade una capa más a esta intrigante superposición.
A pesar de estas claras similitudes, el productor de cine canadiense James Cameron ha mantenido una postura ambigua. Si bien nunca ha negado la inspiración en el filme de 1958, tampoco ha reconocido explícitamente la magnitud de las similitudes, enfocándose en su propia investigación y la obsesión por la precisión histórica del Titanic como las bases de su producción.
Mientras tanto, "La última noche del Titanic", que en su momento fue un fracaso de taquilla pero un rotundo éxito de crítica, ha expandido su legado como una obra de referencia, a pesar de que algunos de sus datos han sido desmentidos por historiadores con el tiempo.
El diálogo sobre si las evidentes semejanzas constituyen un homenaje deliberado o cruzan la línea del plagio continúa siendo un punto fascinante en la historia del cine. Con la película de Cameron firmemente establecida como un clásico moderno, el debate sobre sus fuentes de inspiración y la originalidad de sus escenas más icónicas sigue enriqueciendo la conversación sobre las producciones cinematográficas.