Todo comenzó con un telón amarillo ocultando el escenario mientras el presentador, Gilbert O Silva, explicaba al público el concepto de “Cosa Nuestra”.
La tensión se palpó cuando dos hombres en trajes negros simularon un tiroteo, hasta que apareció Rauw Alejandro, quien, armado, arrancó con 'Punto 40', 'Il Capo' y 'Panties y brasieres'.
"¡Qué me dice Madrid! Si ustedes supieran que esta es una de mis ciudades favoritas del mundo", gritó el artista boricua, desatando la euforia de la grada.
Bajo luces rojas y doradas, con bailarines convertidos en mafiosos y meseros, Rauw llevó al público a un bar clandestino para interpretar 'Déjame entrar' y 'Santa'.
Entre coreografías sensuales, protagonizó un triángulo amoroso que culminó en 'Mil mujeres', mientras meseros y chicas de fiesta tomaban el escenario.
Tras un breve giro teatral, el cantante preguntó el nombre de una bailarina, quien respondió "María", para seguir cantando en solitario 'Desesperados', mientras el fondo mostraba un teatro antiguo con un luminoso: “Raúl Alejandro performance Cosa Nuestra Live”.
El telón volvió a caer para revelar una atmósfera de guerra de mafias.
Proyecciones de barrios humildes de Brooklyn y una bandera de Puerto Rico enmarcaron a Rauw, vestido con camiseta, boina y pantalón caqui, mientras salía de un coche negro para interpretar 'Revolú'. Entre canciones, el puertorriqueño improvisó un monólogo cargado de humor sobre salir de fiesta hasta tarde: "¡Dos traguitos y regreso a las dos! Y dos más dos son cuatro... ¡y en cuatro te voy a poner", bromeó, provocando carcajadas y aplausos.
La historia continuó con María aceptando salir con él, pero solo si ella conducía.
El puertorriqueño interpretó 'La oldskul' y 'No me sueltes', antes de que el escenario se convirtiera en un bar de billares para 'Todo de ti - Touching the sky'.
Rauw Alejandro habló entonces de Puerto Rico, asegurando que "estando contigo (María) no extraño tanto mi isla", antes de regalar a Madrid 'Carita linda'.
El acto se cerró con 'Amar de nuevo', en un momento íntimo con millas de linternas encendidas iluminando el recinto.