“Tarón y el caldero mágico”, el fracaso que marcó a Disney hace 40 años
La película es recordada como un hito de desafíos financieros y creativos
Espectáculos.- Hace cuarenta años, "Tarón y el caldero mágico" fue presentada como una de las producciones más ambiciosas y a la vez, más problemáticas en la historia de Walt Disney Studios. Lanzada en 1985, esta película animada, basada en las novelas de Lloyd Alexander y dirigida por Ted Berman y Richard Rich, buscaba reinventar la imagen de la compañía con una estética más oscura y compleja, dirigida a una nueva generación de espectadores.
Con un presupuesto de 44 millones de dólares, se convirtió en la película animada más cara del estudio hasta ese momento, y representó una fuerte apuesta por la innovación en el género.
A pesar de su ambición, la película se enfrentó a un rotundo fracaso en taquilla. En Estados Unidos, "Tarón y el caldero mágico" apenas recaudó 21.2 millones de dólares, menos de la mitad de su inversión, un resultado superado incluso por producciones de menor presupuesto como "Los osos amorosos" (1985) y el reestreno de "101 dálmatas" (1961).
Este desempeño deficiente, sumado a una tibia recepción por parte del público y la crítica, llevó a Disney a tomar decisiones inusuales, como no reestrenar la película en cines, una práctica habitual para sus clásicos.
Durante años, Disney optó por mantener "Tarón y el caldero mágico" en un segundo plano, tardando 13 años en lanzarla en formato VHS, lo que limitó significativamente su acceso en el mercado doméstico. Esta decisión evidenció el deseo del estudio de distanciarse de una producción considerada problemática.
Aunque a nivel internacional tuvo un desempeño dispar, con cifras modestas en España y un notable éxito en Francia, estos logros localizados no lograron compensar el fracaso global y la percepción negativa que rodeaba a la película.
El golpe financiero de "Tarón y el caldero mágico" acentuó una crisis creativa que la división de animación de Disney venía arrastrando en la década de 1980, y puso en duda la viabilidad de futuras superproducciones. La recuperación para el estudio no llegó hasta 1989, con el exitoso estreno de "La Sirenita", dirigida por Ron Clements y John Musker. Esta película recaudó más de 569 millones de dólares a nivel mundial y obtuvo dos premios Óscar, todo esto marcó el inicio de un renacimiento y consolidó el regreso de Disney al liderazgo en la animación.
Aunque "Tarón y el caldero mágico" fue durante mucho tiempo la "oveja negra" del catálogo de Disney, con el tiempo ha sido revalorizada por parte del público, que aprecia su tono sombrío y su intento de romper con las fórmulas tradicionales del estudio.
