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En el organismo financiero internacional destacaron particularmente los
efectos negativos que un período prolongado de estanflación tendría sobre las economías en vías de desarrollo, y alertaron de que como resultado de la guerra y de la pandemia, estos países cerrarán 2022 con unos ingresos por persona un 5 % inferiores a los de 2019.
Para 2023, el BM también rebajó la perspectiva de crecimiento, en este caso en 0,2 puntos, hasta dejarla en un 3 %.
"La guerra en Ucrania, los cierres por la covid-19 en China, los problemas en la cadena de suministros y el riesgo de estanflación están golpeando al crecimiento. Para muchos países, la recesión será difícil de evitar", indicó el presidente del Banco Mundial, David Malpass.
Malpass urgió a los países a
"promover" la producción y a llevar a cabo reformas fiscales, monetarias, climáticas y de deuda que les permitan combatir "los problemas distributivos y la desigualdad".
El principal riesgo que el BM señaló para Latinoamérica y el Caribe fue un posible impacto en las exportaciones y la inversión a causa de la caída del crecimiento en el resto del mundo, especialmente en países como China (principal destino comercial de los productos suramericanos) y Estados Unidos (con estrechos vínculos con las economías mexicana y centroamericanas).
Por países, el Banco Mundial prevé un crecimiento del 1,5 % para la mayor economía de la región, Brasil; del 4,5 % para Argentina (tras el descalabro vivido en 2020), del 1,7 % para México y del 5,4 % para Colombia. (EFE)