Asimismo se aprovecha para elogiar cómo los docentes transforman la educación, para reflexionar sobre el apoyo que necesitan y desplegar plenamente su talento y vocación, y para repensar el camino que queda por delante con respecto a la profesión a nivel mundial.
Cabe señalar que las personas tienen el deber y la pasión de formar a las generaciones futuras y así garantizar el desarrollo de los países.
Ser maestro es una de las carreras más nobles y valoradas en el mundo. Ellos se encargan de guiar a los más pequeños en sus primeros pasos a nivel educativo, y luego, años más tarde, son los responsables de conducir a los jóvenes a cumplir sus metas profesionales. (Daniela Solórzano)