Ciencia y Tecnología
¿Has escuchado de la inteligencia espiritual en estos tiempos?
Los siguientes componentes de la Inteligencia Emocional son el autoconocimiento, el autocontrol, la empatía o conocer las emociones del otro
13 de julio de 2023
Ciencia y Tecnología.Desde hace algún tiempo se ha hablado sobre la inteligencia emocional hasta el punto de que ya muchos saben que existe, aunque no estoy segura de si todos sabemos qué es. En un mundo en el que la tecnología lo empapa todo y el ritmo es cada vez más vertiginoso, y a la vez, resurge la espiritualidad entrando en las empresas por la puerta grande.

En días pasadoJosé Antonio Gil Yepes, comentaba sobre la importancia que tiene el que desarrollemos la inteligencia emocional dado que nos inclina a desarrollar relaciones asociativas y porque la cercanía y paz con los demás está asociada a salud, bienestar y longevidad y, además, porque la inteligencia emocional está asociada al éxito en el trabajo y en la conducción de grupos de diversa índole.

(Lea también: Tecnología en niños y jóvenes ¿Es un aliado o un enemigo?)

A diferencia de lo que se creía hace unos 60 años, la inteligencia racional y… ”el aprendizaje académico…no es más que un umbral, una habilidad necesaria para acceder a un determinado trabajo, pero, en modo alguno, termina convirtiendo al trabajador en una "estrella". Lo que realmente importa para el desempeño superior son las habilidades propias de la inteligencia emocional” (Daniel Goleman, La Inteligencia Emocional).

Entre los resultados de las investigaciones sobre el impacto de la Inteligencia Emocional en el trabajo se encuentra que, mientras mayor es el nivel jerárquico del trabajador en la organización, mayor es la necesidad de contar con Inteligencia Emocional para tener éxito. Dice Daniel Goleman en su libro La Práctica de la Inteligencia Emocional, que… ”Las investigaciones han demostrado que la participación de la Inteligencia Racional en la explicación del nivel de eficacia del trabajador… no supera el 25%, y, dependiendo del tipo y nivel de trabajo, esa relación puede ser del 10%, y a veces, es, incluso, inferior al 4%. Esto significa que la Inteligencia Racional deja sin explicar entre el 75% y el 96% del éxito laboral…” De allí que el faltante es explicado por la Inteligencia Emocional porque a través de su asociatividad lograr multiplicar el trabajo de los equipos en los que participan: “En este sentido, los mejores en inteligencia emocional siempre están dispuestos, por ejemplo, a quedarse tiempo extra para ayudar a sus compañeros a concluir un proyecto, o no se guardan para sí los pequeños descubrimientos que pueden facilitar el trabajo, sino que los comparten abiertamente.”

La chispa que dispara el trabajo en equipo es un estilo de liderazgo democrático que facilita la participación, que escuche a los compañeros; por lo que su motivación predominante debe ser el logro, o sea, lograr objetivos compartidos. En cambio, si la motivación del líder es dominar o, por el contrario, ser un jefe permisivo, la relación entre los involucrados en el equipo de trabajo sufre y su rendimiento es menor que su potencial. Los siguientes componentes de la Inteligencia Emocional son el autoconocimiento, el autocontrol, la empatía o conocer las emociones del otro y la destreza social o capacidad de relacionarse con el otro de manera asociativa según un liderazgo democrático, aún a pesar de emociones negativas. De allí la importancia de la comunicación efectiva y de la negociación ganar-ganar como destrezas sociales.

En esta búsqueda, me crucé con una oración al Espíritu Santo que parece un resumen y receta para mantener nuestros pensamientos y conductas alineados con la Inteligencia Emocional. Dice así:

“Oh, Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo (la inteligencia emocional implica un sesgo a lo asociativo, el amor al prójimo), inspírame siempre en lo que debo pensar (autoconocimiento), lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar (autocontrol), cómo debo actuar (autogestión y destreza social), lo que debo hacer para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia santificación (destreza social y actuar por la mayor gloria de Dios). Espíritu Santo, dame agudeza para entender (entendimiento y empatía hacia los demás), capacidad para retener, método y facilidad para aprender, (logro), sutileza para interpretar, gracias y eficacia para hablar (destreza social). Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar (motivación al logro y autogestión). Amén.”

Ahí les dejo estas reflexiones, con cariño y agradecimiento por leer estas líneas, para que disfruten de estas coincidencias.

@joseagilyepes    
Sigue la información minuto a minuto en nuestro Telegram Instagram Facebook Twitter ¡La noticia en tus manos!
VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde