Natalicio de Andrés Eloy Blanco, el hombre que sembró versos y voluntad
La vida de un poeta que luchó por la igualdad
Carabobo.- Andrés Eloy Blanco Meaño, nacido en Cumaná (Sucre) un 6 de agosto de 1896, no fue solo un poeta, fue un intelectual incansable y un líder político cuya vida estuvo marcada por la defensa de la justicia y la libertad en Venezuela. Desde sus inicios, su pluma y su voz se convirtieron en armas contra la opresión, forjando un legado que trascendió la literatura.
En su juventud, en Caracas, se integró al Círculo de Bellas Artes y rápidamente mostró su talento, ganando su primer premio en 1918 por el poema “Canto a la Espiga y al Arado”. Sin embargo, su compromiso no se limitó a las letras.
Ese mismo año, siendo estudiante de Derecho, fue encarcelado por participar en manifestaciones contra el régimen, un hecho que prefiguraba una vida de lucha y sacrificio. Su poesía le abrió puertas internacionales. En 1923 ganó los Juegos Florales de Santander, en España, con su famoso “Canto a España”, lo que le permitió viajar y familiarizarse con las vanguardias europeas.
A su regreso, continuó su labor política, editando clandestinamente el periódico “El Imparcial”, un medio disidente que denunciaba los abusos del poder. Esta valentía le costó de nuevo la libertad, siendo confinado en Puerto Cabello hasta 1932.
Al mismo tiempo, su carrera política se consolidó. Fue cofundador del Partido Democrático Nacional, que más tarde se integraría en Acción Democrática. Sus aportes al país fueron significativos, destacándose su papel como presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, en 1946, donde impulsó la reforma constitucional que instauró el sufragio universal, secreto y directo.
Andrés Eloy Blanco dejó una huella imborrable en la historia de Venezuela y demostró que la poesía y la política pueden ir de la mano en la búsqueda de un futuro más justo.
