Carlos Mujica: Un mágico cuentacuentos que cautiva a chicos y a grandes
Este hombre proviene de un hogar de artistas y cultores populares
Carabobo. - Con una voz firme, pero cautivadora, con sus trajes coloridos, acompañado de recursos que evocan a la cultura y raíces venezolanas, entra en escena Carlos Mujica, quien con sus cuentos atrapa a niños; y cómo no, a unos cuantos adultos también.
Es uno de los cuentacuentos con más proyección en el occidente de Carabobo, lo que lo ha llevado a recibir diversos reconocimientos y homenajes.
Contó que todo empezó como un consuelo para su hermana mayo, fue lo que marcó el inicio de su carrera. “Mi hermana llegó llorando a la casa porque tenía que escribirle un poema a mi mamá y no sabía. Yo le dije hermanita no llores, yo te lo escribo y así hice mi primer poema, a los 8 años de edad”.
Y es que bien reza el refrán que “lo que se hereda no se hurta”. Este hombre proviene de un hogar de artistas y cultores populares. Es así como desde pequeño siempre tuvo curiosidad por la cultura.
“Mis padres y el campo qué me sirve de inspiración”
Sus padres han sido sus mayores influencias, pero recordó que una maestra fue clave en su vida. “La Sra Lucy, fundadora de la escuela San Isidro, escritora de cuentos para niños, escribía para un reconocido periódico y nos regalaba el suplemento. Yo le dije Sra Lucy un día yo voy a escribir en ese periódico como usted”.
Y así fue, años después Mujica veía materializado su sueño. Como un pequeño homenaje, visitó a su antigua maestra y le llevó su creación.
Sus cuentos están inspirados en lo cotidiano, su niñez y su vida en el campo. Suma más de 30 años narrando y escribiendo cuentos para niños y jóvenes. Sus obras sobrepasan las mil piezas.
Aunado a esto, es docente universitario, pero también preparara a las generaciones de relevo y aun cuando vivimos en un mundo en donde los chicos están atrapados por la tecnología, seguro está que los cultores no sucumbirán, porque para él “la magia nunca muere y los niños siempre serán mágicos”. En este sentido expresó que aún le quedan cuentos por contar, “seguiremos trabajando hasta que Dios nos reclame”.