Vida Plena: Edgar Muñoz, la imagen que proyectamos no nos pertenece
Con exploración en la percepción social y la identidad personal en la era digital
Carabobo.- En un mundo cada vez más interconectado, la imagen que proyectamos a través de nuestras redes sociales y en la vida cotidiana se ha convertido en un tema de creciente interés y preocupación. El psicólogo clínico Edgar Muñoz comparte su perspectiva sobre cómo esta proyección de imagen puede influir en nuestra salud mental y en nuestra percepción de nosotros mismos.
La sociedad actual ha elevado la imagen personal a una categoría que, en ocasiones, supera la autenticidad. “La imagen que mostramos al mundo, ya sea en redes sociales o en nuestro entorno, a menudo está construida sobre las expectativas de los demás”, señaló Muñoz. Esto puede llevar a una desconexión entre quiénes somos realmente y la versión que mostramos. La presión por cumplir con estándares de belleza, éxito y felicidad puede generar ansiedad y depresión en muchas personas.
Muñoz también destacó el impacto del “efecto de comparación social”. “Cuando vemos las vidas aparentemente perfectas de otros en plataformas como Instagram, tendemos a medir nuestro propio valor en relación a esas imágenes. Esto no solo distorsiona nuestra autoimagen, sino que también puede provocar sentimientos de inferioridad”, explicó. En este contexto, la autenticidad se convierte en un bien escaso, y la búsqueda de la validación externa puede resultar en un ciclo interminable de insatisfacción.
“Es fundamental entender que la imagen que proyectamos no define nuestra valía. La autenticidad debe ser nuestro norte”, afirmó el especialista. Sin embargo, la terapia -según Muñoz- puede ser un espacio seguro donde las personas pueden explorar su identidad y aprender a valorarse más allá de la apariencia.
“Al trabajar en la autoaceptación nos deshacemos de la carga con expectativas ajenas, y conectamos con lo que realmente somos”, afirmó. Finalmente, Muñoz invitó a la sociedad a reflexionar sobre el verdadero significado de la imagen personal. “En lugar de enfocarnos en la perfección, deberíamos celebrar la diversidad y la autenticidad. La imagen que proyectamos puede no pertenecer a quien realmente somos, pero nuestras acciones y valores son lo que verdaderamente nos define”.
