Día de las Madres: Siete historias que inspiran en esta gran labor
Mujeres guerreras, luchadora, heroínas
Carabobo.- Guerrera, luchadora, hogar, heroína, refugio, inspiración, protectora, amor. Estos son algunos de los adjetivos que refieren a una misma persona: Mamá.
Con admiración y respeto, en este Día de las Madres el equipo reporteril de Notitarde realizó una nota especial enalteciendo a mujeres que son ejemplo a seguir.
Ellos son mi motor y paz
Para la señora Liliana Rivera Quiroz, trabajadora del diario Notitarde, ser mamá es un reto fuerte por llevar cada individuo (que tiene distintas formas de ser) a un objetivo, a ser personas de bien, con esfuerzo le ha dado lo mejor a sus 4 hijos a quienes considera su motor y paz. “Dios sabe a quién le pone sus pruebas y en medio de ellas vamos a seguir luchando como familia”.
Ser mamá “es algo fuerte porque haces que hagan algo que tú no habías hecho (…) luchas para que al menos estudien, que agarren una meta, tengan una educación, que sean personas de bien”, señala Rivera Quiroz referente al mayor reto en su rol como madre: Llevar la batuta de la casa.
A pesar de, a veces, no tener el tiempo para ellos debido a múltiples ocupaciones en el campo laboral, con la comunidad y el hogar, ellos siguen siendo su motor, “mi tranquilidad, mi paz son ellos, la fuerza de seguir”.
“En medio de un día pesado, yo estaba cansada y cuando veo mi teléfono, me llegan notificaciones, y yo decía ¿Por qué tanto comentan en el TikTok? Y cuando veo, era que la niña me había hecho un video hermoso que decía ‘Te amo mucho, mami. Gracias por estar siempre con nosotros. Te quiero muchísimo. Gracias por estar siempre conmigo’ y yo no sabía, no lo había visto y yo me quedé fue (...) Eso. Por eso vale la pena seguir luchando”.
Es un lazo especial
"Desde que iniciamos los nueve meses y para toda la vida nos sentimos unidas a nuestros hijos por un lazo especial (...) papá Dios nos conceda el honor de criar y contribuir con la formación de hombres y mujeres útiles", destaca la Dra. Glenda Arocha, médico internista y madre valiente que formó a sus hijos con mucha fe y entrega, siendo el apoyo familiar la clave para lograrlo.
“Ser madre de dos adolescentes con mundos internos distintos es una travesía de contrastes, una montaña rusa donde la sabiduría popular sobre la compleja danza entre la madurez femenina y la juventud se hace palpable”. A pesar de compartir pasiones (como el deporte y la música) con Edu y Ricky, llamados así cariñosamente, la paciencia infinita y el amor han sido sus herramientas principales para crear puentes de entendimiento y afecto; y el rodearse de seres "vitamina", almas que nutren y fortalecen, le han permitido saber guiar a sus chicos.
Pese a la distancia del padre, el tiempo que le resta estar con sus hijos debido a su profesión y una grave enfermedad que afrontó en el 2024, ha formado a hombres de bien.
El mayor reto ha sido sacarlos adelante
Madre soltera, luchadora y orgullosa de sus 4 hijos, así se define la señora Bety González, trabajadora del diario Notitarde, quien mantiene como base, en su rol como mamá, el saberlos escuchar y dedicarles tiempo de calidad.
Equilibrar el trabajo con la crianza "fue fuerte porque tocaba trabajar casi todo el día, pero el tiempo que estaba con ellos, Trataba de que ese tiempo fuera de calidad. No importaba la cantidad pero que fuera de calidad".
"El mayor reto ha sido sacarlos adelante sin que tomen mal camino (...) había demasiada delincuencia y sobrepasé todo eso con mis hijos gracias a Dios, siendo madre soltera y trabajando todo el día", definió González en lo que para ella es la experiencia más bonita, "un lazo de amor diferente al que se siente por una pareja o en una amistad".
A pesar que dos de sus hijos mayores no se encuentran en el país, la comunicación y la conexión sigue siendo la misma porque, aunque "los hijos no son para uno, siempre tienes que hacerles sentir que ellos van a ser tú y tú en la vida. Y aconsejarles, escucharlos, ser su amigo porque es la clave de todo".
Una bendición
Yanet Ruiz, quien es madre de dos jóvenes trabajadores y luchadores, describe que ser madre es una bendición por parte de Dios.
“Se siente una alegría inmensa, yo me siento muy feliz por ser madre y abuela. Mis hijos me motivan y me impulsan día a día a seguir luchando, aunque uno de ellos está fuera del país, todos los días lo tengo presente en mi mente y corazón”.
Daría todo por mi hijo
Yeseida Castillo madre de Diego Ruiz, un pequeño y talentoso niño de 8 años, expresó: “Ser madre es algo hermoso que Dios me permitió experimentar, mi hijo es el ser más importante, sin él mi mundo fuera vacío. Mi hijo es el motivo por el que todos los días me esfuerzo el doble en mi trabajo para que nunca le falte nada y sin duda diera mi vida por él”.
Maravillosa experiencia
Para Dalia Rangel ser madre es una de las bendiciones más bonitas que nos otorga Dios, los hijos nos permiten experimentar muchas emociones y sentimientos que con el pasar del tiempo aprendemos a canalizar de la mejor manera, siempre pensando en el bienestar de nuestros hijos.
Un desafío que florece en gratitud
“Para muchas mujeres emprendedoras, el desafío de construir un negocio mientras se nutre el hogar puede parecer una cuesta empinada”, sin embargo, para María Almenar, una apasionada docente creativa detrás del emprendimiento MAE'S, material didáctico y educativo para las nuevas necesidades pedagógicas, dicho reto se ha transformado en un floreciente jardín de inmensa gratificación.
Para Almenar, como muchas madres emprendedoras, reconoce que la gestión del tiempo, es sin duda un desafío constante. Pero el invaluable apoyo de su familia y su entorno cercano han actuado como un poderoso motor, fortaleciendo su capacidad para armonizar sus múltiples roles: madre y líder de su negocio, permitiendo equilibrar la habilidad de las demandas del hogar, el tiempo escolar con la vibrante pasión deportiva de su hijo, el futbol.
Desde su experiencia personal, comparte una valiosa lección para otras mujeres emprendedoras: "La clave del éxito radica en la unión armoniosa de la pasión empresarial".
Estas historias son un emotivo testimonio del amor incondicional que florece en el corazón de madres resilientes, un faro de esperanza y canto a la vida en este Día de las Madres.
