“Incluso hace 11 años hubo un primer informe que decía lo mismo, en ese momento le hicieron puros pañitos de agua“, recordaron.

Dijeron que no obstante, iniciaron clases con, en dos salones que aún están en buenas condiciones y en el comedor. El resto de los niños estuvieron estudiando en la Casa de la Cultura y un inmueble prestado pero ya les pidieron el desalojo de ambos espacios.

Rechazaron que los trabajadores y alumnos deban ingresar al plantel el cual presentan evidente deterioro y pone en riesgo la vida de todos.

Representantes exigen respuestas

Así mismo explicaron que la escuela fue seleccionada por Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (Fede) para hacerles las reparaciones del techo pero, ni siquiera ha asistido un ingeniero que evalúe el estado real del lugar, “lo único que han hecho es tumbar parte del techo de madera para ponerle un petrotecho, el cual ni siquiera va con la arquitectura de la casa y del poblado que es un lugar histórico”, reclamaron.

Refutaron el hecho de que sean ellos mismos los que han tenido que colaborar en la obra, buscando el material e incluso trabajando albañilería a todo riesgo.

“Ahora nos quieren plantear clases a distancia, esa no es la solución, si aceptamos nunca van a terminar las reparaciones”, exclamaron.

Durante la reunión estuvo presente la directora del plantel, Celmira Sáenz, junto a una supervisora, quienes se comprometieron a elevar las peticiones hechas por los representes a los superiores y buscar una pronta solución.

En tal sentido los representantes solicitan la inspección de un ingeniero, reparar las paredes y techo y no poner en riesgo la integridad de ninguno de los trabajadores y niños de la escuela hasta tanto no esté la obra culminada.

Dicen que esperarán una semana por respuestas, de lo contrario continuaran las movilizaciones de protestas pacificas hasta lograr ser oídos. (Paula Bauer)