VIH, una enfermedad con alta carga de discriminación
Un diagnóstico precoz y uso de retrovirales pueden salvar vidas
Valencia.- Desde que en el año 1981 se identificaron los primeros síntomas asociados al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida), que posteriormente fue declarado como pandemia, el rechazo hacia personas que padecen esta enfermedad ha sido masivo.
Es por ello que en 1988 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso el 1 de diciembre como Día Mundial de la lucha contra el Sida para apoyar a los pacientes que padecen esta patología, recordar a quienes han fallecido y hacer un llamado a la no discriminación.
El lema de este año es: “Igualdad ya”, con el fin de alzar la voz para que la población tome conciencia de cómo la enfermedad afecta a las personas y se ponga fin al estigma social.
VIH Y SIDA NO SIGNIFICAN LO MISMO
Gianmary Miozzi, médica intnernista infectóloga, indicó para esta casa editorial que este 1 de diciembre se conmemoró, más que la lucha, las estrategias y acciones contra esta enfermedad.
Resaltó que hasta el 2020, ONUSIDA había reportado que 37,7 millones de personas vivían diagnosticados con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) y un porcentaje entre 50% y 60% se encontraban recibiendo tratamiento.
Aclaró que el VIH y el Sida no significan lo mismo, el primero es la infección por el virus. El paciente se encuentra controlado con medicamentos, e incluso llega un momento que no transmite la patología, mientras que el Sida es propiamente la enfermedad, cuando el sistema inmunológico está deteriorado, presenta síntomas y hay un deterioro clínico.
“Sin embargo, la etapa Sida es reversible. Cuando un paciente se hace el diagnóstico y comienza el tratamiento, puede evolucionar y mejorar. Llega un momento que esa fase queda atrás y simplemente se define como persona que vive con VIH”, indicó.
DIAGNÓSTICO PRECOZ Y TRATAMIENTO SALVAN VIDAS
Miozzi expresó que es importante que las personas sexualmente activas se realicen la prueba para descartar que padecen esta enfermedad.
“Siempre y cuando se conozca el estatus de forma precoz, es decir, yo se mi diagnóstico, entonces actúo y busco atención oportuna, evidentemente mi calidad de vida va a ser mejor”, aseguró.
La galena señaló que se debe dejar atrás el temor de hacerse el test, incluso si es una persona de tercera edad, tener relaciones sexuales responsables con uso de preservativos, especialmente si no es con una pareja estable y en caso de serlo conocer su condición.
Sobre el uso de los fármacos, Miozzi explicó que no todos los pacientes reciben el mismo, los casos deben individualizarse, pero en manera global es muy fácil de tomar: una tableta al día, coformulada con tres principios activos.
“Se busca que el paciente tenga buena adherencia al tratamiento, es decir, que lo cumpla todos los días para que progresivamente se vuelva indetectable, que la carga viral vaya bajando en cantidad y al no detectarse en sangre la persona que vive con VIH pase a ser intransmisible”.
Detalló que los medicamentos en Venezuela se adquieren a través de la red de salud pública.
“Tienen que buscarlo en algunos hospitales grandes, donde hay farmacias que están encargadas a dispensar el tratamiento antiretroviral”.
-¿Qué hacer si la prueba VIH resulta positiva?
-“Si la prueba sale positiva se debe buscar ayuda, ese es el llamado a que no se haga tardía la atención médica. Si hay posibilidades de vivir con VIH, afortunadamente hay tratamiento disponible”.
Miozzi destacó la importancia de acudir a psicoterapia para que vean la vida de otra forma y buscar el apoyo de la familia.
EL VIH NO RESPETA SEXO NI CLASE SOCIAL
La infectóloga, esclareció que cualquier persona puede padecer de VIH, independientemente de su orientación sexual.
“No es una enfermedad única para personas homosexuales, hay bisexuales y heterosexuales que se pueden contagiar. Ésta no está limitada a una clase social, a una profesión u oficio, esta enfermedad no discrimina, cualquier persona puede contagiarse si tiene relaciones sexuales irresponsablemente”.
DISCRIMINACIÓN LATENTE
Miozzi precisó que parte de la sociedad aun sigue discriminando a personas seropositivas. Muchos de los casos ocurren en empresas y en el ámbito familiar.
“Tengo pacientes que acuden a la consulta y se desahogan llorando porque sus familiares le dieron la espalda, porque se quedaron sin trabajo ya que (sus patronos) se enteraron y los despidieron”, relató.
Alertó que ninguna prueba de VIH puede hacerse sin consentimiento de la persona ya que es algo ilegal.
“A veces, en algunos trabajos efectúan exámenes de laboratorio pre-empleo y realizan la prueba sin el consentimiento de las personas, no les dan el trabajo sin explicarles la razón. Evidentemente, las personas ni siquiera se enteran”.
Manifestó que portar el virus no es motivo para que se le cierren las puertas laborales a ningún ciudadano.
“Caemos en lo mismo, si ya sabemos cómo son las formas de contagio, por ejemplo, si se va a solicitar trabajo como cajera en un supermercado, el hecho de que se tenga VIH no tendría porque ser un motivo para que no se le de”.
LA EDUCACIÓN SEXUAL ES IMPORTANTE
Miozzi enfatizó que la educación sexual en niños y adolescentes, tanto en el hogar como en el colegio, es una de las mejores formas de prevenir.
“Tenemos que reforzar los valores, porque los niños crecen en un medio que tienen acceso a todo, hay muchas redes sociales, información visual, auditiva, si nos enfocamos como padres y docentes en escuelas y liceos a que tengan esta información, al conocerla tomarán otro tipo de conducta al saber que deben usar preservativo, evitar el embarazo precoz y enfermedades de transmisión sexual”.
Expuso que actualmente no existen vacunas para prevenir el VIH, pero si para el Virus de Papiloma Humano (VPH), aprobadas para niñas a partir de 9 años y para la Hepatitis B. (Paúl Esteban Trejo)
