Sucesos
Crónica del pasado: El homicidio del arquitecto Enrique Sardi y su esposa
A cinco años del atroz crimen que dejó sin vida al arquitecto Enrique Sardi y su esposa
13 de diciembre de 2025
Sucesos.- En estos días se están cumpliendo cinco años del atroz asesinato del arquitecto Enrique Sardi y su esposa María Magdalena (Malena) Muñoz de Sardi.

Sardi, ganador del premio nacional de arquitectura, dejó una honda huella por toda Valencia con sus obras que todavía podemos observar y disfrutar. Según nos comentara Denis Miraldo, excomisionado de Cultura de la Municipalidad de Valencia, a Sardi se le deben, entre otras obras, el Paseo Cabriales, entre las avenidas Cedeño y Lara, la Torre Empresarial, la bellísima Estación Monumental del Metro de Valencia, la escultura “Rotaciones” en la av. Lara, y quizás la más conocida, porque frente a ella pasamos los valencianos frecuentemente: la escultura-fuente que se encuentra en el cruce de la av. Cedeño con Paseo Cabriales. Erróneamente muchos llaman a esta obra “la pluma fuente”, pero según nos comentara Miraldo, que en un momento estuvo encargado de su restauración, personalmente Sardi le dijo que esa obra era “La Llama de la Libertad” y era una evocación a otra obra artística que estuvo emplazada en ese sector, como lo es la Estatua de la Libertad, conocida también como “La Peregrina de Valencia”. La obra es una especie de flecha o llama, con vidrios de colores que tiene en su centro una fuente de agua. Lamentablemente en la actualidad se encuentra en estado de abandono y es utilizada por los lavacarros del sector.

Por su don de gente, amabilidad y cultura, los esposos Sardi-Muñoz se habían ganado el cariño de la colectividad valenciana y también de Puerto Ordaz donde residieron antes de mudarse para Valencia.

Fue a mediados de noviembre de 2020. Los familiares y amigos de la familia Sardi estaban extrañados de que los esposos ni contestaban llamadas ni se les había visto por ninguna parte, lo que motivó a que la hija junto a algunos vecinos de confianza se dirigiesen a la Urbanización Guataparo, cercana a las vías que conducen hacia las fincas El Solar y Hato Royal, donde al no obtener respuesta de nadie optaron por violentar la puerta de la residencia.

El panorama que tuvieron ante sus ojos fue desolador: Malena se encontraba muerta en el piso de la planta baja, cerca de la cocina y en la planta alta estaba el cadáver de Enrique. Ambos habían recibido heridas contusas con algún objeto contundente. El arquitecto también tenía heridas cortantes menores, que sugerían que había sido torturado antes de morir. La data de la muerte de la pareja era de unas cuarenta y ocho horas.

Lo primero que notaron los pesquisas del Cicpc es que ni ventanas ni puerta mostraban señales de fracturas, lo que indicaba que el autor o los autores habían entrado y salido por las vías normales, es decir, eran personas que tenían entrada a la residencia, lo que hace sospechar del entorno de las víctimas.

Por otra parte, Malena comentó a sus allegados que había notado pequeños hurtos cometidos en su hogar, especialmente en una nevera donde guardaban congelados como reserva, de donde habían desaparecido varias piezas.

Los detectives tomaron todas las evidencias de interés criminalístico dentro de la casa y en el vecindario colectaron las grabaciones de las cámaras de seguridad de las residencias cercanas. En las grabaciones no se captaron mayores sospechosos, apenas un sujeto no conocido que acompañaba en una de las grabaciones al jardinero que trabajaba con los Sardi y con otros vecinos.

Este indicio, junto con otras pruebas, llevó a determinar que los autores del homicidio eran el jardinero de confianza de la familia y el otro sujeto.

Se sospecha que Malena escuchó algún ruido en la planta baja y cuando bajó a investigar fue confrontada por los dos hombres quienes la agredieron hasta matarla con un objeto contundente. Seguidamente los criminales habrían subido a la planta alta donde encontraron al arquitecto, a quien le exigieron dinero o joyas, y lo hirieron con armas blancas para que se las entregara, para finalmente atacarlo también con un arma contusa que le causó la muerte.

Luego de diversos procedimientos policiales en La Manguita y otros sectores se logró la captura del jardinero, principal implicado. Su cómplice huyó, presuntamente a Colombia.

Un bonito y justo homenaje a esta pareja ejemplar podría ser el rescate y restauración de “La Llama de la Libertad” y su fuente, devolviéndoles sus vitrales de colores y su columna de agua, una de las obras más bonitas de Enrique. 
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Luis Heraclio Medina C.