Bajo el cobarde anonimato, Marval busca, una vez más, iniciar una campaña de descalificación en contra no solamente de importantes referencias del ejecutivo regional y municipal, sino que, en su desaforada y ambigua vocación, enfila contra el alto Gobierno nacional.
Cabe recordar que la remunerada conducta de José Marval -motolito famoso en la región por sus desviaciones sodomitas- no es de reciente data, sino que sus incontrolables espasmos se remontan a tiempos en los que acompañaba las acciones guarimberas de los años 2014 y 2017 y era financiado por figuras de la oposición, actuales prófugos de la justicia venezolana con quienes Marval compartía indecibles depravaciones en cualquier desdichado lecho.
Posteriormente, arremetió a través de sus propias redes sociales, de manera desproporcionada, contra la excepcional gestión del mandatario regional Rafael Lacava.
Ante tal situación y frente a este esfuerzo o restaurado clímax del activo pederasta José Marval, la obligación legal es a tomar los debidos correctivos en los diferentes organismos competentes, instruyendo a que se inicie una investigación que permita conocer plenamente quiénes están detrás de esta nueva conjura, sin descartar a ninguna autoridad o funcionario público.
Resulta inaceptable esta renovada afrenta. Así que, aunque pareciera ser de su agrado, hay que enviar al sodomita José Marval el cristalino mensaje “Aprieta ese radio”, van por ti y por tus descubiertos promotores.