Solicitan investigar muerte de parturienta tras presunta negligencia medica
Familiares citan informes médicos según los cuales convulsionó y sufrió un derrame interno producto del hallazgo de miomas en el útero
Sucesos.- A la familia de Luisana Arcaya y al equipo médico que atendió su cesárea en el Hospital Doctor Alfredo Van Grieken, en el estado Falcón los confronta un dilema: los primeros, que aún llorando su muerte, exigen una investigación exhaustiva en relación a las causas de este desenlace horas después del nacimiento de su hija; y los segundos, expectantes ante los resultados de esa investigación pues, el espíritu de todo profesional de la salud es salvar vidas y jamás verse en situaciones como ésta.
Luisana del Valle había celebrado su cumpleaños número 36, el 19 de septiembre acompañado de su pareja y dos hijos, todos emocionados porque en menos de un mes la familia pasaría a ser de cinco.
Residente de la urbanización La Velita y maestra de preescolar en el CEIS San Antonio de la urbanización Cruz Verde, Luisana tuvo una cesárea programada para el lunes 9 de octubre. Su hija nació, sin embargo Luisana pasó del quirófano a la Unidad de Cuidados Intensivos en donde murió horas después.
Familiares citan informes médicos según los cuales convulsionó y sufrió un derrame interno producto del hallazgo de miomas en el útero, algo que aparentemente no sabían los médicos aunque Luisana se los había hecho saber antes de la cesárea, según constaría en el historial.
Aunque en estas circunstancias lo que se ventila es una autopsia clínica, todos convinieron en la necesidad de una autopsia legal que se efectuó en el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) en la sede del Cicpc, avenida Alí Primera de Coro.
Una fuente que la familia Arcaya Machado reconoce no es acreditada y oficial, les contó que a Luisana le habrían hallado al menos una gasa en la vejiga urinaria, órgano que aparentemente había quedado comprometido tras la cesárea. A pesar de tener una sonda, Luisana no consiguió orinar tras ser sacada del quirófano.
Familiares catalogan la muerte de Luisana como «grave y sospechosa» en razón lo cual exigen una investigación exhaustiva, objetiva y transparente, en justicia para quienes todavía la lloran, y el sosiego de la comunidad que la extraña y por el mismo bien del sistema de salud en función de que se establezcan responsabilidades, si las hubiere y no se generalice pues, es sabido el rol que profesionales de la salud tienen respecto a la misión de salvaguardar la vida, más aún en maternidad.
Aunque la familia Arcaya Machado es la que sufre por la repentina muerte de Luisana durante el que se suponía era uno de los días más emocionantes de su vida, en el Hospital Doctor Alfredo Van Grieken, la muerte ha sido sentida toda vez que la maestra era hermana de alguien muy apreciada en este centro asistencial de Coro.
La autopsia, según fuentes extraoficiales en el ámbito hospitalario, habría arrojado un shock hipovolémico, algo que «sería externo o ajeno al manejo médico». No obstante, la investigación sigue su curso hasta el resultado definitivo del caso.
En vista de la situación que con Luisana se presentó posterior a su cesárea, fuentes hospitalarias informan que se le colocó concentrado globular, plasma y que se activó el comité de morbilidad materna por ordenes del director del hospital, Jeancarlos Sánchez.