Salud
Estómago feliz: ¿Cómo te sientes hoy?
¿Piensas que estar en bienestar es un estado natural y que no tienes que planificar acciones y rutinas para estar aún mejor?
3 de noviembre de 2025
Salud.- Hola, ¿cómo te sientes hoy? Te invito a que te detengas un momento y te preguntes si tienes algo que te molesta, quizás algún dolor o una sensación en alguna parte de tu cuerpo que quieres que desaparezca. ¿Cómo están tus relaciones con tus familiares y amigos? ¿Aprecias las pequeñas cosas que te dan bienestar?

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¿Piensas que estar en bienestar es un estado natural y que no tienes que planificar acciones y rutinas para estar aún mejor? ¿Agradeces conscientemente tu salud actual? ¿Por qué es importante que te sientas bien? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud se define como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Esta definición, establecida en el preámbulo de la constitución de la OMS, amplía el concepto tradicional de salud, que se limitaba a la ausencia de enfermedad, e incluye también el bienestar mental y social.

Sabiendo esto, en mi práctica diaria como profesional de la salud, creé el concepto de “estómago feliz”, ya que son dos palabras que uso para indicar una serie de objetivos para lograr una salud gastrointestinal óptima. ¿Y por qué es importante que te sientas bien?

Nuestro sistema gastrointestinal es sensible al estrés, los pensamientos y las emociones, por lo que sentirnos bien es sumamente importante para mantenernos sanos. Este sistema es complejo y está compuesto por un conjunto de órganos, donde uno de sus roles es la digestión y la absorción de nutrientes. Pero realmente, estos órganos funcionan como un equipo que integra sus funciones de manera inteligente. Cuando hay un problema en este equipo, no solo causa alteraciones en el propio sistema, sino también en la inmunidad, el estado de ánimo y la salud en general.

Entre los órganos que integran este equipo están el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso, el hígado, la vesícula biliar y el páncreas. ¿Cómo saber si tu estómago está feliz? ¿Cómo podemos saber si nuestro sistema está sano o si es un “estómago feliz”? Salud gastrointestinal se define como lo siguiente: Una digestión eficaz para la descomposición de los alimentos en nutrientes y la absorción de estos, con ausencia de trastornos. Una conexión óptima con otros sistemas, como el nervioso (a través del eje intestino-cerebro), el inmunológico y el hormonal. Un equilibrio en el microbioma intestinal, donde las bacterias que necesitamos favorecen un correcto funcionamiento intestinal, regulando la inmunidad, el metabolismo y la salud mental. Y, por último, la ausencia de trastornos como gastritis crónica, reflujo gastroesofágico, estreñimiento, síndrome de intestino irritable, entre otros, o alguna enfermedad extra gastrointestinal que pudiera afectar este complejo equipo a través de sus conexiones. (Bischoff, SC 2011)

Si todo esto en teoría define la salud gastrointestinal, ¿qué podemos hacer desde lo más básico para mantenerla? Reconecta con tus familiares, escribe y reúnete con tus amigos. Empieza hoy a apreciar las pequeñas cosas. Busca propósitos que te motiven, cuida tu energía, tus pensamientos, y agradece siempre. De igual forma, la Organización Mundial de la Salud recomienda:

a) Aumentar el consumo de fibra de forma progresiva, priorizando frutas, verduras y cereales integrales para favorecer el tránsito intestinal.

b) Mantener una hidratación adecuada, ya que el agua es esencial para la digestión y la absorción de nutrientes.

c) Comer con calma y masticar bien, pues una buena mecánica digestiva comienza en la boca.

d) Incluir probióticos naturales, como yogur, kéfir o chucrut, que equilibran la microbiota intestinal y fortalecen las defensas.

e) Realizar ejercicio regularmente (caminar, nadar o yoga) para estimular el movimiento intestinal y reducir la inflamación.

f) Evitar el estrés crónico, el tabaco, el alcohol y el uso indiscriminado de medicamentos (como analgésicos o antibióticos), ya que pueden provocar reflujo, gastritis o disbiosis.

g) Consultar a un especialista ante síntomas persistentes y evitar la automedicación.

h) Practicar técnicas de relajación (meditación, respiración profunda) para mitigar el impacto del estrés en la digestión.

Trata de seguir estas recomendaciones y notarás grandes cambios en tu salud en general. Te sentirás bien y tu estómago estará feliz.

Por Andrea Bocanegra
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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde