Calidad de vida escrito por Arnaldo Rojas
Opinión.-En la historia de la medicina antigua, pocas figuras son tan enigmáticas y fascinantes como Metrodora. Destacó como una médica experta en el campo de la ginecología y obstetricia. Fue autora del primer tratado detallado sobre la salud femenina.
A diferencia de los nombres que suelen llenar los libros de historia, Metrodora no aparece en estatuas ni en monedas, ni retratos, pero dejó algo más valioso: su palabra. “Sobre las enfermedades de las mujeres y sus curas”, es un libro escrito por ella que incluye recetas, observaciones y consejos que muestran a una autora práctica, enfocada en la salud femenina en un momento en que las mujeres tenían muy pocas oportunidades de formarse como científicas. Lo que escribió, y el hecho mismo de que escribiera, es una rareza histórica que merece ser contada.
Su existencia se mueve entre la historia, el anonimato y la tradición oral. Las pocas referencias que se tienen indican que nació en Grecia, entre los siglos I y VI d.C. Su nombre es una combinación de “metro” y “dora” que en griego significan “útero” y “regalo”, respectivamente, por lo que algunos investigadores consideran que es una confusión derivada de su profesión y del título del libro que escribió y no su verdadero nombre.
El tratado de Metrodora es considerado uno de los primeros textos médicos dedicados exclusivamente a la salud de las mujeres. En él describe las diferentes etapas de la vida de una mujer y los problemas de salud que pueden surgir en cada una de ellas. Con esta obra demuestra que la medicina femenina ya existía en su época como categoría propia. No era solo un apéndice de la medicina general, sino un campo específico, con afecciones, tratamientos y saberes diferenciados. Y fue una mujer quien lo sistematizó por primera vez. También supo, de algún modo, hacerse oír en un mundo que no acostumbraba escuchar a las mujeres.
Entre sus contribuciones más importantes a la medicina destacan el uso del espéculo para los exámenes médicos, la creación de un pequeño tampón soluble como método anticonceptivo y para tratar infecciones vaginales, las terapias para tratar la menorragia y la metrorragia. Además, fue una de las primeras especialistas en describir intervenciones quirúrgicas ante casos de cáncer o “úlcera maligna” (como se la llamaba en aquel entonces) detallando varias técnicas quirúrgicas, como la extirpación de tumores uterinos.
La obra de Metrodora fue redescubierta en la Edad Media y se convirtió en una referencia importante en la enseñanza de la medicina. Su voz y su nombre cruzaron más de mil años hasta llegar a nosotros.
Hay algo profundamente actual en la obra de Metrodora. Su tratado nos habla de otra manera de mirar la salud: más integral, más práctica, más cercana a la experiencia directa de las mujeres. Incluso sus recetas cosméticas, que podrían parecer superficiales, revelan una comprensión de la autoestima, el bienestar y el deseo que sigue siendo relevante en la actualidad.