En la nueva investigación, los científicos se centraron en estudiar el funcionamiento del gen APOE, que proporciona instrucciones para producir una proteína denominada como 'apolipoproteína E'.
Esta molécula grande y compleja está involucrada con el transporte de gotas de lípidos hacia las células nerviosas.
Tras cuestionarse si las cuatro variantes del APOE (numeradas del 1 al 4) cambiaban el riesgo de desarrollar alzhéimer, los especialistas descubrieron que en los cerebros de las personas con el gen APOE4 había más células inmunitarias, con un tipo de enzima en particular.
Esto favoreció que la grasa se moviera más fácilmente hacia las células cerebrales.
Por otro lado,
se identificó que la acumulación de la proteína beta-amiloide en las células nerviosas, en personas con variantes APOE3 o APOE4, provocaba que también se almacenara lípidos en estas.
Los expertos concluyeron que los resultados de su estudio
"sugieren un vínculo entre los factores de riesgo genéticos para la enfermedad de Alzheimer con la acumulación de gotitas de lípidos" en las células que se encuentran en el cerebro, lo que podría brindar nuevos conocimientos para el desarrollo de tratamientos terapéuticos.