“Teniendo en cuenta que los ejemplares estudiados proceden de lo que ahora son áreas geográficas diferentes, lo único que explica su conectividad genética es un colapso completo de la capa de hielo de la Antártida occidental durante el último período interglaciar, que conectó los actuales mares de Weddell, Amundsen y Ross con la apertura de las vías marítimas”, explicó Sally Lau, integrante del grupo de investigadores.
La científica detalló que la capa de hielo de la Antártida occidental colapsó hace unos 120.000 años, cuando los niveles globales del mar eran de 5 a 10 metros más altos que ahora, y las temperaturas promedio globales eran similares a las actuales, alrededor de 1 grado centígrado más cálidas.
La revelación de los pulpos plantea que, en las futuras trayectorias climáticas, la capa de hielo de la Antártida occidental puede sufrir un colapso irreversible en cualquier momento, ante el próximo aumento del nivel del mar.
“Esto proporciona la primera evidencia empírica de que el punto de inflexión de esta capa de hielo podría alcanzarse incluso bajo los objetivos del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a 1,5 – 2 grados centígrados”, explicaron los científicos.
Estos resultados reveladores contribuirán a generar políticas para la adaptación y mitigación de los efectos negativos del cambio climático en las regiones costeñas.