Salud
Pediatras reclaman protección para adolescentes en acceso precoz a la pornografía
A esa edad no distinguen entre la ficción de la pornografía y sus propias experiencias sexuales
14 de noviembre de 2023
Salud.-  De acuerdo con los datos del informe publicado por Save the Children sobre el acceso de los niños y adolescentes a la pornografía, más de la mitad de las personas encuestadas accedió por primera vez a la pornografía antes de los 13 años, y casi uno de cada 10, lo hicieron antes de los 10 años.

A pesar de que el problema no es nuevo, si que se ha agravado durante los últimos años, en los que se observa que los niños acceden cada vez antes al material pornográfico.

El acceso a edades tan precoces hace que los niños y adolescentes, en la etapa en la que inician sus relaciones sexuales, tiendan a seguir los patrones de conductas que observan en los videos.

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Para frenar las posibles consecuencias que tiene este acceso precoz, la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria (SEPEAP) y la organización no gubernamental Save the Children se han unido para pedir una mayor educación afectivo-sexual en las escuelas y una regulación del acceso de los menores a la pornografía.

El primer acceso

El 62,5 % de las personas adolescente de entre 13 y 17 años, encuestadas para este informe, afirman haber visto pornografía alguna vez en su vida. En esta cifra, hay una marcada diferencia según la identidad de género, haciendo las chicas un uso mucho menor que los chicos.

El 53,8 % de las personas encuestadas ha accedido por primera vez a la pornografía antes de los 13 años, y un 8,7 % antes de los 10 años. La edad media es de 12 años de manera global (antes de los 12 años para los chicos y los 12 años y medio para las chicas).

La influencia de la pornografía en las prácticas sexuales

Entre los profesionales médicos, educativos e investigadores, se extiende una profunda preocupación por el acceso temprano de los adolescentes a la pornografía al coincidir con una edad donde la falta de capacidad crítica no permite discernir correctamente la realidad de la ficción.

Los pediatras sostienen que cuando los adolescentes acceden a la pornografía, todavía no han terminado su proceso madurativo ni han recibido la educación afectivo-sexual suficiente para procesar las conductas que observan al visionar pornografía.

“El visionado de pornografía en menores, a veces incluso en niños, afecta a sus relaciones interpersonales. Ahora los jóvenes, tratan de imitar los esquemas de comportamiento de las películas pornográficas que visualizan”, explica el doctor Pedro Gorrotxategi, vicepresidente de AEPap.

En muchas de estas películas, el esquema de comportamiento pone al hombre por encima de la mujer en cuanto a las decisiones que se toman sobre las relaciones sexuales. Esto implica, según explica el doctor una alteración en la forma de relacionarse.

De hecho, según muestran los datos del informe de Save the children, el 36,8 % de quienes consumen con más frecuencia pornografía no distingue entre la ficción de la pornografía y sus propias experiencias sexuales.

Además, el 47,4 % de adolescentes que ven pornografía han imitado alguna vez aquello que han visto, pero no siempre lo han hecho de mutuo acuerdo con su pareja.

El deseo sexual

El deseo sexual de la población adolescente se construye, en gran medida, sobre el consumo de pornografía. Los propios chicos expresan que les preocupa que se excitan con prácticas sexuales que no eran aprobadas moralmente.

Profesionales de la investigación coinciden en que la normalización de ciertas prácticas «atenúa la moral o ética» y hace más fácil que comportamientos violentos y vejatorios formen parte del deseo sexual en la adolescencia.

La educación afectivo-sexual

La educación afectivo-sexual es una forma de dar acceso a una información adecuada,
ya que es una herramienta básica para aprender sobre sexualidad, riesgos, el propio cuerpo, etc…

Las sociedades de pediatras consideran necesario una educación afectivo-sexual en la que se enseñe que la sexualidad es una parte de la relación afectiva y que tiene que ser satisfactoria para ambos miembros de la pareja.

“La educación afectivo-sexual tiene que enseñar a los jóvenes enfermedades de transmisión, como planificar las relaciones sexuales, como ir a los centros de planificación familiar, cómo conocer el propio cuerpo…”, afirma el experto.

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VÍA NT
FUENTE EFE