Salud
El primer detector inalámbrico del rechazo de trasplantes
El rechazo es la respuesta del organismo al órgano trasplantado a través del sistema inmunitario
31 de octubre de 2023
Salud.- Cuando las personas reciben un órgano o tejido ajeno durante las cirugías de trasplantes, su sistema inmunitario (defensas orgánicas) puede reconocerlo como un elemento extraño, y en consecuencia reaccionar atacándolo a modo de rechazo, al percibirlo como un elemento potencialmente nocivo, del cual hay que proteger al cuerpo.

El rechazo es la respuesta del organismo al órgano trasplantado a través del sistema inmunitario que se encarga de protegernos de las infecciones, explican desde la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Cataluña (AMTHC).

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Puede ser hiperagudo (conlleva la pérdida inmediata del órgano y es poco frecuente); agudo (ocurre en las primeras semanas o meses tras el trasplante y suele revertirse con medicación) o crónico (de evolución lenta, puede causar la pérdida del órgano trasplantado después de meses o años), según explican.

En la práctica, “un cuerpo puede rechazar un órgano trasplantado en cualquier momento, incluso décadas después del trasplante”, indican desde la Universidad del Noroeste (Northwestern University, NU) en Illinois, EE.UU.

Para evitar el rechazo del nuevo órgano tras los trasplantes, se utilizan los medicamentos que debilitan la respuesta inmunitaria del organismo, con los que se ha reducido significativamente el riesgo de rechazo, mejorando la función de los órganos implantados a corto y largo plazo, según la AMTHC.

A partir de ahora, la medicina cuenta con una nueva herramienta para aumentar las posibilidades de éxito de un trasplante: un dispositivo electrónico para monitorear órganos trasplantados con tecnología inalámbrica, capaz de detectar signos tempranos de rechazo hasta tres semanas antes que los métodos actuales.

Monitorización permanente

El dispositivo desarrollado por la Universidad de Northwestern (Chicago, EE.UU), permite monitorear continuamente, a cada instante, la salud de los órganos trasplantados.

Es un implante suave y extremadamente fino, que ha sido colocado directamente sobre un riñón trasplantado y detecta las irregularidades de temperatura de este órgano asociadas con la inflamación y otras respuestas corporales que produce el rechazo desencadenado por el sistema inmunitario del receptor.

De inmediato, el sistema envía una alerta al paciente o al médico, transmitiendo datos de forma inalámbrica a un teléfono inteligente o tableta electrónica cercana.

Los investigadores de la universidad de Northwestern (NU) probaron el dispositivo en un pequeño animal de laboratorio con riñones trasplantados y comprobaron que es capaz de detectar las señales de advertencia de rechazo inmunitario hasta tres semanas antes que los métodos de seguimiento actuales.

Este tiempo adicional podría permitir a los médicos intervenir antes, mejorar los resultados y el bienestar de los pacientes, además de aumentar las probabilidades de preservar los órganos donados, cada vez más valiosos debido a la creciente demanda y a la escasez de órganos, según la universidad estadounidense.

El rechazo puede ocurrir inmediatamente después del trasplante o años después. A menudo es silencioso y los pacientes no experimenten síntomas, según los autores de la investigación.

Los receptores de un trasplante “pasan el resto de sus vidas preocupándose por la salud de ese órgano. Este dispositivo podría ofrecer cierta protección y el monitoreo continuo podría brindarles tranquilidad” a estos pacientes, señala el doctor Lorenzo Gallon, nefrólogo de trasplantes de la Universidad de Northwestern, quien dirigió la parte clínica del estudio.

Detección temprana

Actualmente, para controlar la función renal de un paciente receptor de un trasplante se miden ciertos biomarcadores en su sangre, como la creatinina y el nitrógeno ureico, pero sus niveles pueden fluctuar por diversas razones, por lo que pueden producirse resultados falsos, según la NU.

También pueden utilizarse otros biomarcadores sanguíneos pero sus valores predictivos son subóptimos, puntualizan.

Para detectar el posible rechazo a un órgano también se practica una biopsia, en la que un médico utiliza una aguja larga para extraer una muestra de tejido del órgano trasplantado, que luego es analizada en busca de signos de rechazo inminente, pero este procedimiento invasivo conlleva riesgos como sangrado, infección, dolor o daño a los tejidos cercanos, añaden.

“Con estos métodos, el tiempo de respuesta puede ser bastante largo, las frecuencias de monitoreo son limitadas y para obtener los resultados de los análisis pueden hacer falta cuatro o cinco días, que podrían ser cruciales para tomar una decisión oportuna sobre el cuidado del paciente”, concluye el doctor Gallon.
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VÍA Jesús Galbán
FUENTE EFE