Neuropsicóloga Carina Castro: El peligro de que las pantallas estén educando a nuestros hijos
Asegura que la nueva generación está creciendo con aumento de casos de suicidios como primera causa de muerte
La neuropsicóloga pediátrica Carina Castro Fumero explicó el gran daño que les está ocasionando el uso de las redes sociales a los niños y adolescente, y aseguró que “tenemos una generación que se está desarrollando en terreno inestable".
La especialista añade que la nueva generación está creciendo con aumento de casos de suicidios, siendo esta la primera causa de muerte, así como con trastornos alimenticios y problemas de identidad de género, siendo el motivo de esto el uso excesivo e irresponsable de las redes sociales y la tecnología en los menores de edad.
Agrega que la sociedad no ha comprendido la importancia de cuidar a la nueva generación del uso indiscriminado de las pantallas. "La pornografía les está llegando por las redes", comenta.
Castro indica que otra de las cosas que hace las pantallas es que activa o sobre activa la dopamina, que tiene que ver con el circuito de recompensa y la adicción.
“Estamos generando que nuestro hijo tenga un cerebro adicto a la pantalla, que cuando este aburrido su adicción sean las pantallas, que cuando esté pasando por una situación difícil su evasión sean las pantallas, que cuando tenga un conflicto la forma de solucionarlo sea a través de las pantallas, un mensaje de texto, o sea no le estamos enseñando habilidades para la vida”, dijo.
La experta explicó que los niños y adolescentes atraviesan una etapa de desarrollo prefrontal, en la cual están identificando su personalidad, emociones, impulsos, gustos y metas.
Además, señala que en la actualidad los padres están dejando que las redes sociales eduquen a sus hijos en todos los aspectos.
El portal web Red Cenit ofrece una serie de recomendaciones para regular el uso excesivo de pantallas como lo son:
Consensuar el tiempo de uso para utilizar pantallas. Y esa nueva norma, también debería ser aplicada en los adultos.
Crear una rutina estable donde se inserte ese espacio de tiempo de uso de pantallas; es decir, establecer en qué momentos del día se puede. Ser firme y constante con nuestras decisiones.
Crear nuevos hábitos y eliminar los negativos, ofreciéndole a los niños otras rutinas más sana por ejemplo, dedicar más tiempo a jugar juntos, ayudar en la cocina o en la limpieza de la casa, hacer más divertido el momento del baño, cenar más pronto, leer algunos cuentos antes de dormir, crear el rato de juego en familia los fines de semana, organizar excursiones siempre que se pueda, entre otros.
Red Cenit también recopila una serie de evidencias científicas sobre los efectos nocivos del uso de las nuevas tecnologías y las pantallas en el desarrollo de los niños, algunas de ellas son:
En niños menores de 2 años se asocia a un mayor riesgo de presentar un retraso del desarrollo del lenguaje, a un menor nivel de desarrollo cognitivo y a un mayor riesgo de retraso motor.
Representan un periodo crítico en cuanto al desarrollo y aprendizaje del lenguaje y de las habilidades lingüísticas.
El riesgo de retraso en el desarrollo es exponencial al tiempo de exposición. También originan problemas en el desarrollo de funciones ejecutivas como la atención, la resolución de problemas y el comportamiento impulsivo.
Causan dificultades para calmarse, dormir y poner atención. Originan un bajo rendimiento académico. Asimismo, a medio plazo, se ha relacionado con una disminución del tiempo de actividad física y un mayor riesgo de padecer sobrepeso.
En la adolescencia, el uso excesivo de las redes sociales está relacionado con un mayor riesgo de padecer síntomas de depresión, de déficit de sueño, trastornos alimenticios, aislamiento social, ciber-bullying, o a estar expuestos a contenidos y contactos inapropiados.
En cuanto al tiempo de exposición en pantallas, la Academia Americana de Pediatría recomienda que el tiempo de exposición de pantalla en niños es el siguiente: Menores de dos años no deben ser expuestos a pantallas. De tres a cinco años entre media y una hora al día. De seis a 12 años solo una hora al día, de 13 a 15 años un periodo total de hora y media y mayores de 16 años dos horas.
