Salud
Calidad de Vida: Dieta y salud emocional
Muchas investigaciones indican que lo que comemos también está muy relacionado con el bienestar mental
23 de septiembre de 2022
Salud.- La alimentación es una de las principales bases para la salud y no sólo en lo que a salud física se refiere, ya que muchas investigaciones indican que lo que comemos también está muy relacionado con el bienestar mental y emocional.

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Tradicionalmente, las condiciones de salud mental se han tratado por medio de terapias psiquiátricas y psicológicas, además de medicación en algunos casos. Pero ahora existe un nuevo enfoque, llamado psiquiatría nutricional, que se basa en la idea de que la dieta y la nutrición influyen en la forma en que las personas se sienten psíquicamente. Por lo tanto, su objetivo es apoyar el tratamiento de las condiciones de salud mental con cambios en la dieta y el estilo de vida.

Una de las razones por las que los alimentos que se consumen afectan al cerebro (y, por tanto, la mente y las emociones) es que el sistema gastrointestinal, o lo que se conoce más comúnmente como "el intestino", está muy conectado con el cerebro, tanto así, que también se le conoce como “el segundo cerebro”, debido a que alberga una amplia red neuronal que se comunica directamente con el cerebro.

En el intestino hay billones de microbios vivos que tienen múltiples funciones en el cuerpo. Por ejemplo, sintetizar neurotransmisores que envían mensajes químicos para regular el sueño, el dolor, el apetito, el estado de ánimo y las emociones. En esto se fundamentan las investigaciones para indicar que los alimentos influyen en la salud de las colonias de microbios intestinales, lo que posteriormente influye en el cerebro y, por lo tanto, en la salud mental y emocional.

Se ha comprobado que ciertos patrones dietéticos pueden ayudar a reducir los síntomas de depresión y ansiedad y mejorar el estado de ánimo en general. Y aunque es fundamental consultar a un profesional de la salud mental para tratar estos problemas, hacer ciertos cambios en los hábitos alimenticios puede resultar un complemento para el tratamiento médico o psicológico, y podría ayudar a mejorar nuestra calidad de vida.

En los últimos años, diversos estudios han observado vínculos entre los patrones dietéticos, la salud intestinal y el riesgo de depresión. Una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y legumbres, y al mismo tiempo baja en carnes rojas y procesadas, se ha relacionado con una reducción en las probabilidades de padecer síntomas depresivos.

Por ello se recomienda seguir una dieta similar a la mediterránea, para apoyar la salud intestinal y reducir el riesgo de depresión. Para llevar una dieta mediterránea es necesario aumentar el consumo de frutas, verduras, pescado, nueces, legumbres, aceite de oliva y productos lácteos. Por otro lado, en la dieta mediterránea se evita o limita el consumo de comida frita, carnes procesadas, productos horneados y bebidas azucaradas.

Para mejorar tu salud mental, una de las mejores recomendaciones en lo que a alimentación se refiere es tener una dieta balanceada, que contenga una variedad de nutrientes que la favorecen como: Ácidos grasos omega 3, como nueces, salmón, sardinas. Folato y hierro: hígado de res, arroz, cereales fortificados, lentejas, espinacas, espárragos, coles de Bruselas, ostras, chocolate negro. Magnesio: espinacas, semillas de auyama, leche de soya, caraotas negras, almendras, maní. Zinc: pollo, chuletas de cerdo, carne asada, cangrejo.

Hay algunos alimentos y sustancias que pueden incrementar los síntomas de ansiedad, como el alcohol, la cafeína y los azúcares añadidos. Además, se ha detectado una relación entre la ansiedad y un alto consumo de grasas saturadas, un bajo consumo de frutas y una mala calidad de la dieta en general.

Además de la elección adecuada de los alimentos, un aspecto muy importante para el bienestar, especialmente para la salud emocional, es compartir la comida con tus seres queridos. Así que procura darte un tiempo para disfrutar algunas comidas con familiares y amigos, o con compañeros de trabajo agradables en tus días laborales. Este compartir la mesa (habito que se ha perdido con la agitada vida actual) es una de las tradiciones humanas más antiguas que fortalece los vínculos afectivos y nos levanta el ánimo.

Por Arnaldo Rojas

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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde