Cada día tanto mujeres, como hombres deciden tener descendencia, una elección que muchas veces va de la mano con frases como
y aunque hoy en día existen diferentes plataformas que pueden servir para otorgar guiatura con respecto al tema, aún se pueden encontrar personas que no se preparan correctamente.
Lea también: (Entérate ¿Cuál es el alimento que consume la Reina Isabel II desde que tenía cinco años?)La psicóloga Laleska Gil indicó que, aunque el individuo moderno está más focalizado en el desarrollo laboral y personal antes de pasar por etapas en donde involucren el nacimiento de otro ser humano, si hay poca consciencia al respecto de tener un hijo.
“Las personas dicen que quieren un hijo, pero se dice ‘quiero un hijo’ como si dijeras ‘quiero esa mesa’ o algún tipo de mueble, asegurando ser algo que debe tener y realmente no es así”, manifestó para
una entrevista a Notitarde.Gil afirmó que, normalmente, no se escucha a alguien decir "quiero ser padre y prepararme para serlo", porque, aunque hoy en día se puede ver la toma de la decisión familiar más en serio, aun solo existe la premisa de tener un hijo y ya, sin entender cuándo podría ser el mejor momento.
“Aunque la pregunta de cuándo es el mejor momento depende de la cultura, yo diría es cuando se toma la decisión consciente y responsable”, comentó.
Destacó que siempre se lee sobre la necesidad de estabilidad económica, salud mental, el tener un buen padre, pero nunca se escucha sobre la consciencia y responsabilidad de ser un buen padre.
“Es la consciencia de ‘voy a traer una persona al mundo, voy a ser el ejemplo de esta persona’, porque este nuevo ser humano se debe criar en un ambiente idóneo, responsable y considerado, por lo que se debe estar preparado completamente y no solo decir la frase ‘quiero un hijo’”, planteó.
A juicio de la psicóloga, los parámetros que se establece desde la paternidad responsable es la consciencia, responsabilidad y el qué se puede otorgar al niño.
“¿Tengo el poder de darle cosas como estabilidad, seguridad, independencia, un ambiente de aporte y un soporte idóneo al niño?”, preguntó.
Gil sostuvo que es necesario establecer la pirámide de prioridades de Maslow, donde se puede ver las necesidades humanas para satisfacerlas.
La profesional añadió que se debe entender que todos cojeamos de algún lado, por lo que se debe tomar también en cuenta si se ha puesto las cosas en orden con respecto a procesos y situaciones que afectan a la propia persona, porque tenerlo en cuenta ayudará a no repetir los patrones de conducta con el hijo.
“Debemos entender que ese hijo se va a fijar en ti como modelo principal, entonces
pregúntate si eres la mejor versión de ti para ser el ejemplo de alguien más”, declaró.
Expresó que, en cuestiones de violencia,
cuando el padre no ha resuelto sus cargas, estos llegan a ser ciclos que se repiten en el niño, porque los padres son el principal recurso del niño para saber cómo se tiene que desenvolver en el mundo, es el principal ejemplo para el niño.
“Si crecemos con padres que se rigen a este tipo de conductas, él lo puede adecuar a su estilo de vida de alguna u otra manera. Puede que no maltrate, pero puede llegar a desarrollar algo de acuerdo a la crianza que tuvo”, recalcó la terapeuta.
Explicó que es subjetivo decir a qué edad se puede tener las consecuencias del maltrato, pero que el niño es una esponja y que en situaciones como los correazos, sumados al famoso
"yo te pegue porque te quiero y quiero que aprendas" puede desencadenar malos efectos en el futuro.
“Esto es una situación común y todos lo podemos moldear en nuestro esquema cognitivo de manera diferente porque se puede aprender que eso está relacionado con el amor o también se puede crecer y odiar eso”.
Informó que hay que estudiar para ser padre y que la famosa frase del instinto maternal está mal usada porque uno debe prepararse para algo y no esperar a que se de.
“Yo escucho a mujeres que dicen que no tienen instinto materno y siempre sale alguien que dice ‘eso te nace, cuando tengas un hijo vas a saber qué hacer’. Yo pregunto, ¿vas a esperar a tener un hijo para saber que debes hacer?”, cuestionó.
Un matrimonio fuerte para buena crianza
Los esposos Elbittar-Dumont, Msc. Mirtha Dumont de Elbittar y Msc. Simón Elbittar, fundadores de La Clínica del Matrimonio, señalaron que es fundamental que los hijos vean un matrimonio funcional y operativo porque eso le va a permitir estabilidad emocional, una identidad sana y una estima adecuada.
“Se está construyendo en el niño su modelo de pareja, por lo que será lo mejor que vea una pareja funcional y operativa, ya que, si el niño observó padres amorosos, probablemente escogerá una pareja amorosa”, apuntaron los fundadores del programa con el propósito de fortalecer de maneras positivas y motivacionales a las parejas que buscan reforzar su vida matrimonial.
Igualmente, precisaron que la paternidad debería llegar al tercer año, a un modo que la pareja pase ya la fase inicial de enamoramiento e idealización y se inicie la fase de acoplamiento de manera adecuada, de tal manera de que cuando llegue el hijo se pueda disfrutar.
Plantearon que es importante tener en cuenta el beneficio de un matrimonio sólido en la familia, porque un matrimonio sólido y operativo es el núcleo de la célula social. Además, concluyó lo significativo de mantener la fuerza en este aspecto, ya que la mayoría de las conductas de los adolescentes o niños viene de su familia.
(Berti Guaricela)