Revista del Domingo
Tres tendencias para vestir estas fiestas (y acertar)
La Navidad de 2025 impone un pulso estético definido: El rojo se declara color protagonista
24 de diciembre de 2025
Revista del Domingo.- La paleta del rojo —en sus múltiples matices— vuelve con renovada fuerza estas fiestas. No se trata solo del rojo intenso tradicional, sino también de tonos más profundos como el burdeos, que aportan sobriedad, o combinaciones atrevidas como rojo y rosa, que algunas firmas ya proponen como alternativa moderna.
 
En la práctica, el rojo aparece tanto en piezas protagonistas —como vestidos, blazers o abrigos— como en detalles estratégicos. Una americana roja, combinada con pantalón neutro, o un vestido rojo de corte sencillo bastan para comunicar el espíritu festivo con elegancia.

La prenda más viral del momento, que evoca cierto aire noventero y que es fácil de adaptar al armario el resto de los meses del año es, sin duda, el jersey rojo, desde tonalidades intensas hasta otras más próximas al vino, una de las propuestas de la firma Marc’O Polo para esta Navidad.



Además, el uso del rojo abandona por ahora la saturación de brillos y lentejuelas. En su lugar, la apuesta recae en la fuerza del color en sí: un rojo intenso sobre líneas puras, siluetas sobrias y cortes que priorizan la forma por encima del adorno.
 
El traje: corte, estructura y versatilidad

La prenda de celebración por excelencia se consolida esta Navidad como una opción de referencia, tanto para mujeres como para hombres. Deja atrás la idea del traje como atavío exclusivamente formal y masculino en propuestas que lo posicionan como pieza de vestimenta estrella para la mujer.



Las versiones más exitosas combinan cortes clásicos con una reinterpretación actual: blazers entalladas, pantalones de pierna ancha o ligeramente acampanados, dobles botonaduras, pinzas marcadas. A su vez, con la incorporación de tejidos invernales o festivos, el traje se adapta a la atmósfera navideña sin perder sobriedad.
 
La firma Nicoli hace de esta prenda su propuesta estrella para esta Navidad, con opciones en tendencia de grandes solapas satinadas y en monocroma negro, una opción infalible para acertar en cada evento y fácil de seguir utilizando durante el resto del año.
 
Para quienes desean un atuendo festivo pero sobrio —una cena elegante, un evento institucional, una reunión familiar con etiqueta— el traje ofrece ventajas evidentes: funcionalidad, comodidad y refinamiento, en modelos que van de clásicos de dos piezas hasta otros que incorporan chalecos con un halo clásico reinventado.

Además, puede reinventarse fácilmente mediante accesorios discretos —una camisa de seda, joyas minimalistas, zapatos de tacón medio—, con lo que el traje se convierte en una prenda de largo recorrido mucho más allá de las fiestas.
 
El terciopelo: lujo táctil y atemporalidad

El terciopelo regresa con fuerza esta temporada como uno de los tejidos cardinales del invierno. Según diversos análisis de moda, el terciopelo aporta presencia, textura y un gesto de sofisticación que funciona especialmente bien en entornos festivos, siendo un clásico que puede adaptarse a patrones muy diferentes.

Pero este año la tendencia no se limita a vestidos de gala. Entre las opciones destacan los trajes de terciopelo —chaqueta y pantalón— que representan la fusión perfecta entre comodidad, elegancia y contemporaneidad en tonalidades oscuras que van del negro o el azul marino hasta colores en tendencia como el burdeos o el marrón chocolate.
 
El terciopelo también sirve como recurso para dar un aire festivo sin recurrir a brillos ni lentejuelas: su textura por sí misma resulta suficientemente rica. Por eso, se perfila como una apuesta segura para distintos eventos, desde cenas familiares hasta celebraciones más formales.

Finalmente, el terciopelo permite que la prenda trascienda la estacionalidad: bien cuidada, su densidad y calidad la convierten en una inversión de varios inviernos, no en una compra piloto. Esa longevidad suma sentido a la elección, desde invertir en piezas básicas a otras bordadas con personalidad, como es el sello de Antik Batik.



Cómo llevar estas tendencias: equilibrio, moderación y carácter

La clave para acertar esta Navidad está en la moderación consciente: no se trata de saturar el conjunto con texturas, colores o excesos. Más bien de elegir una prenda protagonista —un blazer rojo, un traje de terciopelo, un abrigo de corte estructurado— y construir el resto del estilismo alrededor con cortes limpios y pocos complementos.

La Navidad 2025 no busca el exceso, sino la coherencia. Las prendas rojas, el traje y el terciopelo representan tres apuestas distintas pero complementarias para vestir con intención: el rojo aporta personalidad y celebración; el traje encarna estructura, modernidad y versatilidad; el terciopelo ofrece lujo, calidez y un aire atemporal.

Optar por una de estas direcciones —o combinarlas con criterio— permitirá construir estilismos elegantes, adecuados tanto para cenas familiares como para eventos formales, con prendas que conservan su vigencia más allá del calendario de fiestas.


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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE EFE