Bailey (Wallingford, Reino Unido, 1988) se ha convertido en uno de los actores del momento, con permiso del chileno Pedro Pascal, acompañando a estrellas como Scarlett Johansson y Mahershala Ali en 'Jurassic World: Rebirth', la nueva película de la saga de dinosaurios dirigida por Gareth Edwards, o a Ariadna Grande y Cinthya Erivo en 'Wicked: For Good'.
El británico repite en el papel de Fiyero en la segunda parte de la adaptación cinematográfica del musical de Broadway del mismo nombre, cuya primera entrega, 'Wicked' (2024), dirigida por Jon M. Chu, se hizo con dos estatuillas - mejor vestuario y mejor diseño de producción-, en la pasada edición de los Óscar.
La nueva estrella de los dinosaurios y el musical
En 'Jurassic World: Rebirth', estrenada en cines el 2 de julio, Bailey interpreta al doctor Henry Loomis, experto en dinosaurios, un personaje que tiene como lema que la supervivencia es una carrera de fondo, subrayando la importancia de la conexión entre especies y la familia.
De ese papel el actor dice que es "la cima de su carrera", porque conjuga su profesión de actor con el "empollón que lleva dentro", según señaló en una reciente entrevista con el exitoso programa de televisión estadounidense presentado por Jimmy Fallon.
En la segunda parte de 'Wicked', aprovechando que es un musical, Bailey saca su vertiente de bailarín y cantante, desconocida hasta ahora en la industria, y se redescubrió en la primera parte como un intérprete completo, pero hasta ahora inédito en el mundo cinematográfico.
En noviembre llegará la segunda entrega, 'Wicked: For Good', que intentará reeditar el éxito de la primera, que consiguió una taquilla de 756 millones de dólares en todo el mundo, la quinta mejor de 2024.
La apuesta por los 'Bridgerton'
A participar en estos exitosos proyectos Bailey llegó tras interpretar al vizconde Anthony Bridgerton, el primogénito de la familia, en cuya piel se ha metido en las tres temporadas que la serie lleva en Netflix (ya hay anunciada una cuarta).
Sobre su personaje recayó en la segunda todo el peso tras la salida de Regé-Jean Page y Phoebe Dynevor (en el papel de Daphne), una apuesta arriesgada pues se exponía a un fracaso después de la gran acogida que la pareja del duque y Daphne había tenido entre los espectadores.
Sin embargo, fue una decisión acertada ya que 'Bridgerton' no solo continuó siendo una de las producciones más vistas de Netflix, si no que luego llegaría una tercera entrega y en breve la cuarta.
"Cada persona que entra en la serie, incluido Regé, enriquece este mundo y es un universo que siempre se está expandiendo, así que espero que los fanáticos también estén muy emocionados de ver lo que viene", explicaba a EFE Bailey en la presentación de la segunda temporada.
Entonces el actor británico daba la clave para que la serie siguiera encandilando a sus seguidores: "empezar a entender" que en el proyecto hay muchos "personajes que entran y salen", dispuestos a contar que hay "muchas formas distintas de enamorarse".
Actor desde la infancia y comprometido con el colectivo LGTBI
Bright Hair (1997)
Bailey comenzó su carrera como actor infantil -su primera aparición en el escenario fue en su escuela de primaria, interpretando una gota de lluvia en 'Noah's Ark'- y desde entonces ha participado en diversas producciones teatrales, televisivas y cinematográficas.
A los siete años, consciente de hacia donde quería enfocar su vida, intervino en varios proyectos de la Royal Shakespeare Company, mientras compaginaba estudios de ballet y música.
Sin embargo, en la adolescencia abandonó la actuación durante un tiempo presionado por los perjuicios de que un chico pudiera bailar y no jugar al rugby, tal y como ha manifestado en numerosas ocasiones.
Y es que, aunque muy reservado con su vida privada, el actor se ha declarado abiertamente homosexual y mantiene un fuerte compromiso con el colectivo LGTBI dentro de la industria del entretenimiento.
Bailey ha hablado en varias entrevistas sobre las presiones que sintió en sus inicios para ocultar su homosexualidad en la industria del entretenimiento, y por eso ha expresado siempre su deseo de que los actores gays puedan interpretar cualquier tipo de papel, sin que su sexualidad defina sus roles.
Fruto de ese compromiso, en 2024 creó la Shameless Fund, una organización benéfica que busca ayudar a miembros de la comunidad queer a vivir de manera libre y auténtica.