La cosmeticorexia: Cuando el cuidado de la piel se vuelve obsesión
Estudio de Pediatrics reveló que, tras analizar 100 videos con la etiqueta #skincare en TikTok, estos superaban el millón de vistas y usaban alrededor de seis productos por rutina
Revista del Domingo.- Tienes ocho años y estás a punto de iniciar ese tradicional certamen de belleza en la televisión. Antes de ello, publicidades con los últimos productos de estética y de cuidado personal van pasando uno tras otro, inundando tu vista de ideales. Transcurren los años, y ahora los estándares parecieran ser más inalcanzables, diariamente haces “scroll” en la pantalla y con cada rutina de skincare que llega a tu algoritmo, es más frecuente el cuestionamiento de si ese producto que tienes en casa será suficiente para cumplir o lograr tener a esa “piel de filtro”.
La cosmeticorexia, un neologismo que no tiene bases científicas pero que la psicóloga Loren Ruiz, ha definido como una construcción o fenómeno social basado en la conducta repetitiva de adquirir productos faciales de belleza de manera excesiva.
Un término que causa mayor preocupación en menores de edad y adolescentes, dado a un estudio publicado en la revista “Pediatrics”, donde investigadores crearon cuentas simulando tener 13 años —la edad mínima permitida en TikTok— y analizaron 100 videos obtenidos a través de la etiqueta #skincare y "Para ti". Los resultados revelaron que el contenido audiovisual evaluado tenía en promedio más de un millón de vistas, y usaban alrededor de seis productos por rutina.
Cada vez resulta más común que adolescentes asistan a centros médicos no solo para recibir de parte de un profesional una serie de productos para integrar en su rutina para el cuidado de la piel, sino también con intenciones de realizarse tratamientos inyectables.
¿Qué hace que ciertas personas sean más vulnerables a este neologismo?
“Personas que tienen menos definida su identidad o se sienten menos conformes con lo que son. Eso se puede traducir en baja autoestima. Cuando una persona no sabe quién es, qué representa, o el valor que tiene, intenta encontrar el valor en otras cosas. Entonces, ve un modelo y piensa que ese es el correcto, le dicen cuál es el patrón que tiene que seguir, y busca elementos externos cómo cumplirlo” reveló la psicóloga.
¿Por qué los adolescentes son más propensos que los adultos?
“Cuando a una persona le dicen que es inmadura es porque su lóbulo frontal no ha madurado, es más manejable, se siente menos suficiente y es más vulnerable a que quiera encajar, quiera pertenecer a un grupo, que es una característica base de la adolescencia”.
Ruiz señaló que una de las causas principales para el desarrollo de esta obsesión es la comparación constante en la vida diaria. La inconformidad con la imagen personal, la acumulación compulsiva de productos estéticos, y el uso de filtros y edición excesiva de fotos, son tres maneras comunes de identificarla.
Cuestión de genética
“Ningún producto es malo” afirmó la médico estético Andrea Espinoza al preguntarle sobre la tendencia del KBeauty. Este movimiento y preferencia, impulsado por la globalización y uso de redes sociales, ha capturado la atención del mundo en los últimos años. Sin embargo, en Corea del Sur va mucho más allá de una moda pasajera: es la expresión de un estilo de vida arraigado en tradiciones milenarias.
“Hay factores que genéticamente no son modificables (...) toda esta parte asiática, tiene un tema de alimentación completamente diferente a nosotros. Tienen costumbres y una genética completamente distinta. Vuelvo a lo mismo, no crear falsas expectativas” argumentó Andrea.
De hecho, la médico estético invita a cada usuario a profundizar particularmente en cada caso, y de esta manera hallar y llegar a la raíz de la complicación. “Si tienes un tema hormonal y por ahí se desencadena tu problema de acné, una crema no va a ser suficiente para tu problema de manchas” agregó.
Como parte de ello, la doctora complementa cada estudio con la ayuda de un equipo multidisciplinario, como dermatólogos, endocrinólogos, y urólogos.
Todo a su debido tiempo
Ácido hialurónico, toxina botulínica, bioestimuladores de colágeno y limpiezas faciales son algunos de los tratamientos estéticos con mayor demanda en el consultorio de la doctora Andrea. Procedimientos que si bien son mayormente categorizados por obtener resultados estéticos, algunos de ellos cumplen funciones y aplicaciones médicas, acorde a las necesidades de cada paciente.
“Como médico estético, yo digo que a partir de los 22, 23 años de edad hay más conciencia. Y eso aplica para ciertos tratamientos (...) podemos trabajar con nutriciones, hidratación, limpieza facial, piel inteligente, ese tipo de cosas que nos ayudan a cuidar y a mantener nuestra piel” expresó Espinoza cuando se le preguntó la edad recomendada para iniciar con estas aplicaciones.
Por otro lado, según la cadena evolutiva una persona es considerada “adulto jóven” a partir de los 18, no obstante, las experiencias y el desarrollo de criterio es lo que realmente -para la profesional Lóren Ruíz- termina definiendo la identidad de un individuo.
“Cuando una persona ya tiene un criterio definido, es menos probable que caiga en estas conductas. Sin embargo, en la vida adulta también enfrentamos otras presiones, crecemos, evolucionamos y cambiamos unos problemas por otros. Ya no se trata de encajar en un grupo de amigos para ser chévere, sino de encajar en un buen grupo laboral para poder tener éxito”, afirmó la psicóloga Lóren Ruíz.
¿Cómo desarrollar una relación sana con la belleza y autocuidado sin caer en extremos?
Según la OMS, «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Una definición que ha seleccionado la doctora Espinoza para debatir, instruir, y educar a sus pacientes cada vez que asisten a su consultorio.
“Es indispensable mantener un equilibrio en esa percepción de cómo tú te quieres ver para sentirte bien, teniendo muy claro que hay una línea muy fina en donde abusamos y nos obsesionamos un poco con ciertas cosas, eso no es salud” agregó.
Una recomendación que se complementa con la apreciación psicológica de Lóren Ruíz, quien invita a practicar la amabilidad y empatía con cada persona, sabiendo que cada palabra puede influir positiva o negativamente en la vida de los demás.
“Utiliza la regla de los 5 segundos. Si le vas a decir algo a alguien, que sea algo que pueda arreglar en 5 segundos. Es decir, estás despeinada, arréglate, se te desabrochó la camisa, abróchatela. No sabes cómo le cambiaría el día a la persona de que en lugar de decirle un defecto, le digas una virtud” resaltó Ruíz.
La empatía es un compromiso, la educación es un deber, y el amor propio la razón para construir cada día desde lo interior. Esa es la invitación para comenzar el proceso de aceptación, una capacidad que termina involucrando más allá de un paso, y que parte del reconocimiento de aquellas cualidades e imperfecciones que nos hacen ser uno o una en un millón.