Revista del Domingo
Día Mundial del Arte: Un homenaje a Leonardo Da Vinci
El arte es una de las formas más evolucionadas de la expresión humana.
15 de abril de 2024
Revista del Domingo. - Desde el año 2012, cada 15 de abril se celebra el Día Mundial del Arte, en conmemoración al natalicio de Leonardo Da Vinci, quien fue uno de los mayores artistas de la humanidad. La celebración de este día, busca dar a conocer la importancia que tiene el arte y sobre todo el pensamiento creativo, para la evolución del pensamiento humano.

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El arte es una de las formas más evolucionadas de la expresión humana. A través de ella, el hombre puede expresar su visión personal sobre aquello que le aqueja, le interesa o simplemente le parece bello, por medio de recursos plásticos, sonoros o lingüísticos.

Leonardo Da Vinci 

Leonardo Da Vinci fue un polímata florentino del Renacimiento italiano. A la vez también se desempeñó como pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo,3​ botánico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista. Sus primeros trabajos de importancia fueron creados en Milán al servicio del duque Ludovico Sforza. Trabajó a continuación en Roma, Bolonia y Venecia, y pasó sus últimos años en Francia, por invitación del rey Francisco I.

Leonardo nació el 15 de abril de 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de una campesina, Caterina (que se casó poco después con un artesano de la región), y de Ser Piero, un rico notario florentino. Su enorme curiosidad se manifestó tempranamente: ya en la infancia dibujaba animales mitológicos de su propia invención, inspirados en una profunda observación del entorno natural en el que creció. Giorgio Vasari, su primer biógrafo, relata cómo el genio de Leonardo, siendo aún un niño, creó un escudo de Medusa con dragones que aterrorizó a su padre cuando se topó con él por sorpresa.

Consciente del talento de su hijo, su padre le permitió ingresar como aprendiz en el taller de Andrea del Verrocchio. A lo largo de los seis años que el gremio de pintores prescribía como instrucción antes de ser reconocido como artista libre, Leonardo aprendió pintura, escultura y técnicas y mecánicas de la creación artística.

Obras más destacadas 

“La última cena”: es un mural que representa el momento en el que Jesucristo anuncia que uno de sus discípulos lo traicionará. Leonardo expresa la tensión del momento y la interacción entre los personajes. Giorgio Vasari, arquitecto, pintor y escritor italiano, considerado uno de los primeros historiadores del arte, sostiene según citan Sofía Vargas y Regina Sienra en My Modern Art que “Leonardo imaginó y logró expresar, el deseo que ha entrado en la mente de los apóstoles de saber quién está traicionando a su Maestro. Entonces, en los rostros de cada uno, se puede ver amor, miedo, indignación o pena por no poder entender el significado de Cristo; y esto provoca una sorpresa comparable al obstinado odio y la traición que se ven en Judas”. Una forma sencilla de medir la fuerte presencia de esta pintura en la cultura popular, es el uso que hace de ella el escritor de thrillers Dan Brown en “El código Da Vinci”.



“La Mona Lisa”: Con toda posibilidad, la pintura más famosa del planeta y una de las más visitadas y fotografiadas de Europa. Y, podría agregarse, la sonrisa más enigmática desde que Leonardo la plasmó sobre una tabla de álamo a principios del siglo XVI. Desde hace 19 años, la pintura también conocida como “La Gioconda” ocupa el sitio más importante de la sala de los Estados del Louvre, protegida por una vitrina. “Pintada ante un paisaje lejano, la Gioconda nos mira con su legendaria sonrisa en los labios. Sin embargo, al margen de su expresión, lo que le confiere esa presencia tan particular es sobre todo la técnica del sfumato: Leonardo da Vinci superpuso finas capas de pintura para crear las formas atenuando los contornos y los contrastes. El artista atrapó el instante en el que Mona Lisa se vuelve hacia el espectador. Ese movimiento tan natural es lo que confiere una impresión de vida al cuadro”, señala la versión en español de la página oficial del museo parisino.



“La Virgen de las rocas”: Da Vinci pintó dos versiones de esta obra, ambas al óleo sobre paneles de madera de grandes proporciones. Una se conserva en el Louvre de París y otra en la National Gallery de Londres. Las dos representan a la Virgen María, el niño Jesús, el niño Juan Bautista y un ángel en un paisaje rocoso. Una investigación reveló, hace un lustro, los trazos originales de la obra que hizo el artista y que estuvieron escondidos desde entonces. Esto se logró a través de una técnica de mapeo con fluorescencia de rayos X y muestran que esbozó primero al ángel y a Jesús. Catalina Arancibia Durán señala un aspecto significativo: la distribución piramidal, tal como en la mayoría de los cuadros religiosos del periodo.




“San Juan Bautista”: Juan el Bautista aparece en un paisaje rocoso, sosteniendo una vara de azucenas. Hay misterio y a la vez serenidad en este, uno de los últimos cuadros Leonardo da Vinci, pintado al óleo sobre tabla. “El San Juan que aquí se muestra, es una de sus más misteriosas obras y también una de las más sutiles. Este joven de sexualidad ambigua emerge de la oscuridad suavemente, gracias al sfumato, hasta revelar su rostro y su cuerpo en una tenue, pero precisa luz ámbar que lo envuelve completamente. Vestido con pieles y de pelo largo y rizado, nos mira con esos ojos llenos de implicaciones y sus labios esbozan apenas su sonrisa, con esas comisuras que nos dicen algo que sabemos, pero que no podemos describir en términos objetivos”, escribió Julián González Gómez en un artículo publicado en la página web de la Universidad Francisco Marroquín.



“La dama del armiño”: Es un retrato de Cecilia Gallerani, amante del duque Ludovico Sforza, sosteniendo un armiño blanco, animal al cual se recurría en aquellos tiempos para cazar ratones y conejos. Muchos especialistas ven en esta obra una alegoría del amor y el apego. La técnica es óleo y temple sobre una tabla de nogal. “Como todos los cuadros de Da Vinci, el retrato de Gallerani muestra un compromiso con el naturalismo. Esto es evidente en el modelado del rostro de la mujer, el pecho y, especialmente, la mano izquierda que acuna al animal. También está hecho en claroscuro, una técnica que enfatiza las luces y sombras para crear profundidad visual”, sostiene la ya citada Sofía Vargas, redactora en español para My Modern Met.


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VÍA Stefanny Peña
FUENTE Editoría de Notitarde