En esta edición son 242 los stands que han llegado de todo el globo para mostrar los grandes nombres del arte internacional, desde galerías locales a David Zwirner o de Gagosian a Hauser & Wirth.
El vasto Centro de Convenciones de Wanchai alberga estos días obras de impresionante impacto visual a las que se suman actividades satélite en toda la ciudad, con paredes que se han transformado en lienzos o espacios vanguardistas alternativos para los coleccionistas más jóvenes.
El evento se presenta como una plataforma clave para la compra y venta de arte contemporáneo, que reúne a un mosaico de coleccionistas, marchantes y entusiastas del arte de todo el mundo en un ambiente cosmopolita y propicio para la transacción de obras de alto valor artístico y económico.
“Se trata de un acontecimiento simbólico del estatus de Hong Kong como epicentro artístico, pero lamentablemente existe un cierto riesgo de verse atrapado en el fuego cruzado de la controvertida política nacional y la geopolítica”, comentó a EFE Sandra Peres, estudiante española de arte digital.
El agitado contexto político y económico no ha desanimado, sin embargo, a las grandes casas de subastas, que están invirtiendo en el territorio a largo plazo, ni a los muchos nombres consagrados que se encuentran entre los expositores de esta edición.
Según un reciente informe de Art Basel y UBS, China ha superado al Reino Unido en términos de ventas anuales (12.200 millones de dólares frente a 10.900 millones), sólo superada por Estados Unidos (27.200 millones).
La pujanza del mercado quedó patente ya desde la inauguración del evento, donde la reconocida galería Hauser & Wirth adjudicó un cuadro de Willem de Kooning de dos metros de altura por 9 millones de dólares, mientras que la galería londinense Victoria Miro vendió tres obras de la japonesa Yayoi Kusama por un total de 11 millones de dólares.
Entre las cuatro galerías españolas presentes este año destaca la madrileña Cayón, especializada en artistas de mediados de siglo y contemporáneos y que juega un papel importante en la preservación y promoción del legado de artistas nacionales, como Joan Miró y Julio González, Pablo Palazuelo, José Guerrero, Joan Hernández-Pijuan y Juan Giralt.
Debutantes y maestros
Mientras, el concurrido sector de Descubrimientos muestra un mercado en auge para nuevos talentos contemporáneos en el que artistas debutantes exponen junto a reconocidos maestros del siglo XX y voces emergentes mientras son minuciosamente evaluados por coleccionistas, comisarios, o directores de museos.
Steph Huang, una artista emergente originaria de Taiwán y radicada en Londres, ha creado uno de los stands más cautivadores y excéntricos de esta sección, con un espacio que representa un restaurante-mercado asiático meticulosamente decorado con un llamativo patrón de azulejos morados, galletas de la fortuna o gambas de cristal soplado.
La artista explicó a EFE que su obra cargada de simbolismo a través de la industria alimentaria alude a temas más amplios “como el colonialismo, el nacionalismo y la economía, unos elementos que se presentan como una broma y nos invitan a reflexionar sobre nuestro entorno” donde “los placeres de la riqueza convergen con la preocupación por el daño medioambiental”
En medio de la vorágine se asoman también las obras abstracto-figurativas del artista cubano Michel Pérez, piezas con un estilo naif que lo convierten en un creador destacado dentro de la pintura cubana contemporánea.
“Mi trabajo ha estado influenciado por tradiciones orientales como el budismo Zen y algunos tipos de artesanía china, y para mí siempre fue grato mostrar el resultado de mis búsquedas a un público asiático”, comentó a EFE Pérez, cuyas creaciones han despertado la curiosidad encontrado el apoyo de coleccionistas de la región. EFE