El acto estuvo marcado por expresiones culturales, discursos diplomáticos y el reconocimiento mutuo de los valores de libertad, autodeterminación y unidad latinoamericana.
El Grito de Dolores, pronunciado el 16 de septiembre de 1810 por el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla, marcó el inicio de la lucha por la independencia de México frente al dominio colonial español. Este acontecimiento se convirtió en el punto de partida de una gesta que culminaría en la consolidación de la soberanía mexicana y que inspiró movimientos emancipadores en toda América Latina.