En la avenida principal Rosario de Paya, municipio Santiago Mariño, se encuentra ubicado
El trabajo consiste en cuidar, mantener y liberar, con el fin de contribuir con la preservación de las mismas.
El director del zoo, Federico Pantin, junto a su esposa la veterinaria Tuenade Hernández, acompañados de un equipo altamente calificado,
han dado voz a través de la concienciación a los animales que se encuentran en peligro crítico de extinción por la caza furtiva, el desplazamiento o incluso la contaminación ambiental.
Pantin explicó que realizan charlas educativas sobre la biología de las especies de la fauna venezolana, el tráfico ilegal de animales y la importancia de conocer el cuidado correcto de la naturaleza y su ecosistema.
Por su parte, Hernández enfatizó que una de las principales tareas para la protección de la fauna venezolana es la educación ambiental, por ello abren sus puertas a escuelas para realizar visitas guiadas y explicar a los más pequeños que el futuro del planeta está en sus manos.
Uno de los proyectos que adelanta el zoo tiene que ver con la conservación del Cardenalito, su reproducción, rescate y reinserción a la naturaleza, el cual desarrollan junto a la organización venezolana Provita con el apoyo del Instituto Smithsoniano de Estados Unidos.
Además, también están enfocados en la preservación del Caimán del Orinoco, el galápago de Maracaibo. Informaron que a través de alianzas nacionales e internacionales han logrado incubar artificialmente los huevos de las especies para ser liberados en zonas del país según corresponda su área geográfica.
Otra importante iniciativa es la conservación del Sapito Rayado de Rancho Grande, en peligro crítico de extinción en Venezuela, el programa avanza con apoyo de aliados para que el centro de reproducción e investigación de esta especie sea un éxito en la nación.
Por otro lado, el programa de conservación incluye al Mono Araña del Norte. Estos primates llegan a su madurez sexual a los 7 años de edad. Por ello consideran un poco lento el programa de reproducción; sin embargo, ha rendido frutos. El pasado 19 de agosto, nació una cría de Pancha y Pepino, una de las parejas de esta especie animal que habita en estos espacios naturales.
El programa también acoge a la Danta; su éxito ha sido de gran satisfacción para el equipo, ya que la hembra Gala ha dado a luz a más de su especie. Este animal se encuentra en la categoría de vulnerable en el Libro Rojo de la fauna venezolana debido, en gran parte, a la caza furtiva.
Dentro de las instalaciones también
podrán ver al Águila Arpía, cunaguaros, puma, chigüires, venados, paujíes, gavilanes, flamencos, entre otras especies, a las que se suma una gran colección de plantas. Es un proyecto muy completo y científicamente diseñado para que los animales vivan lo más parecido a su ecosistema natural, que se sientan libres y a la vez protegidos dentro del programa de conservación de especies.
Este recinto es la muestra de la entrega de dos generaciones que dieron y aún dan su vida por otras especies, sus fundadores el veterinario Leslie Pantin y su esposa Ledia Contreras, sin saberlo hicieron realidad un sueño juvenil y familiar que perdurará en el tiempo.