Tejido de la curagua de Aguasay: patrimonio cultural inmaterial de la humanidad
Representan los más originales, finos y tradicionales trabajos de artesanía monaguense
País.- Desde la mirada de la radiodifusión sonora comunitaria, que transmite, difunde, educa y enriquece, en este recorrido turístico, natural, cultural, y patrimonial, hablaré del
elemento la curagua, en el municipio Aguasay, estado Monagas, y de algunos de sus elementos asociados, declarados: Bien de Interés Cultural por el Instituto del Patrimonio Cultural (IPC), según, Providencia Administrativa N° 003/05 del 20 de febrero de 2005, publicada en la Gaceta Oficial N° 38.234 del 22 de julio de 2005. Cabe destacar, que el elemento Conocimientos y técnicas tradicionales vinculadas al cultivo y procesamiento de la curagua, está Inscrito en 2015 (10.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Entre los portadores patrimoniales asociados a la manifestación tradicional y expresión cultural se encuentra,
Rosalía Rodríguez, artesana, portadora patrimonial de la nación, nació en Aguasay, municipio Aguasay, el 20 de julio de 1956, se inició como artesana a la edad de los 4 años, aprendiendo de su madre Carmen Ramona Rodríguez y José Rodríguez. Su trabajo como artesana de la curagua ha sido expuesto en diferentes ferias nacionales e internacionales, obtuvo en el año 2002, el premio iberoamericano en España. Se destaca en la elaboración de chinchorros en curagua, sin embargo elabora manteles y muñecas en esta fibra, en la actualidad se desempeña como maestra en el arte del tejido de la curagua. En el año de 2005 fue seleccionada para participar en el premio Unesco y en el premio Bicentenario de la Juramentación del Libertador Simón Bolívar en el Monte Sacro 1805-2005.
La curagua, ananas erectifolius, es una planta parecida a la piña, pero sin espinas, de cuyas hojas se extrae una fibra que se lava, y luego se peina, para armar los hilos se realizan unas madejas que son amasadas en las piernas de las mujeres. Esta fibra natural es pasada por las bases de telares rectangulares, para crear el tejido. Las plantaciones de la curagua, crecen en los declives de la mesa, a orillas de los ríos, de igual forma es usual verlas plantadas en algunos jardines de las casas de la población. Para la preparación del hilo, es un proceso largo y laborioso, se extrae (escabece) la fibra manualmente de la hoja, se lava con jabón para limpiarla y se deja secar al sol. Es una fibra muy fina y, después del tratamiento que le dan, queda blanquita, la fibra que aplican en sus tejidos, proviene de las ramas secas de la planta. Finalmente se retuerce en hilo de diferentes grosores, un hilo fino para el cuerpo y los flecos y un hilo más grueso para la cabuyera, y las cuerdas de los extremos.
La curagua de Aguasay, es proverbial, los más hermosos chinchorros se tejen allí, familias enteras dedican sus vidas a esta labor, los tejidos de curagua representan los más originales finos y tradicionales trabajos de artesanía monaguense. Los chinchorros tienen gran aceptación por su frescura, suavidad y durabilidad, también se elaboran sombreros, correas, tapetes y cortinas, entre otros. La elaboración de chinchorros, consiste en la fabricación de la urdimbre del mismo, a partir de esta fibra. Este delicado proceso, puede llevar a dos mujeres, un mes y medio de fabricación, y en la trama del tejido, se destacan los complicados puntos, que dan origen a motivos geométricos y orgánicos, que vistos en conjunto, proporcionan una belleza inigualable. Es un trabajo especializado que requiere paciencia, dedicación y mucho arte, el resultado es una hamaca hermosa, auténtica y exclusiva, resistente y cómoda, 100 % artesanal y única en el mundo. Estas hamacas son una buena inversión en todos los sentidos. Es una conexión de la ancestral historia del tejido con materiales naturales, con el bienestar y el relax que buscamos todos. Contribuye a la economía familiar de estas increíbles artesanas, y ayuda a mantener vivo el lindo arte del tejido con fibras naturales. Además de enriquecer las propias vidas, que proporcionan estas excepcionales hamacas y chinchorros. Se dice que Juan Vicente Gómez, se meció en un chinchorro de curagua. En el año 2006, éstos portadores artesanos de la curagua, recibieron la primera edición del premio Ministerio de la Cultura a mejor obra colectiva.
El chinchorro de curagua fue galardonado con el Sello de Excelencia para Artesanías por la Unesco en 2011, y en 2015, los conocimientos y técnicas tradicionales vinculadas al cultivo y procesamiento de la curagua inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad - Venezuela. Un merecido reconocimiento de su calidad y autenticidad, así como su responsabilidad ambiental. ¡Visitemos, preservemos, salvaguardemos, y salvaguardiemos los elementos culturales del municipio Aguasay, tierra de la curagua, declarados, Bien de Interés Cultural por el Instituto del Patrimonio Cultural (IPC) y proclama Unesco!