Washington informó el 16 de mayo la permanencia de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, a pesar de reconocer que la isla coopera en actividades en la lucha contra estas acciones.
Al respecto, Caracas expresó "su más profundo rechazo" y aseguró que esta decisión carece "de todo fundamento". El Gobierno señaló que la medida está basada en criterios políticos espurios", lo que consideró como "un acto hostil y una flagrante violación del derecho internacional".
Venezuela señaló que la "inclusión de Cuba en esta lista responde únicamente a los intereses políticos de la administración estadounidense, empeñada en mantener el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba y asfixiar al pueblo cubano".
En el texto, Venezuela puntualizó que la "medida no solo es injusta y arbitraria, sino que también obstaculiza la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo".
La inclusión de la isla en esa lista tuvo lugar en enero del 2021, al final de la administración de
Donald Trump, que comenzó en 2017. Cuba había integrado la lista desde 1982, pero fue quitada en 2015 durante la etapa de acercamiento del entonces presidente
Barack Obama (2009-2017) con La Habana.