¿Qué es el polvo del Sahara y qué efectos tiene sobre la salud?
Su presencia no constituye un peligro grave para la salud de la población en general
País.- Durante los últimos días, el conocido
“polvo del Sahara” se ha convertido en un tema de conversación común para la sociedad venezolana. Los reportes de su llegada al territorio por parte del
Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología han encendido las alarmas a raíz de sus posibles consecuencias en los quehaceres diarios. Sin embargo, muy pocas personas saben realmente en qué consiste este suceso ocasional.
El polvo del Sahara es, básicamente, el desprendimiento de grandes cantidades de arena del Sahara, que viajan miles de kilómetros junto a otros fenómenos meteorológicos, como tormentas tropicales. Las estimaciones indican que año tras año se desplazan un total de 100 millones de toneladas de arena desde África hacia el otro lado del océano.
El polvo en sí está formado por partículas de arena diminutas, junto a otros componentes tan pequeños que en ocasiones no se pueden ver a simple vista.
Efectos sobre la salud
A pesar de que su presencia no constituye un peligro en sí, hay grupos de personas que pueden presentar algunos síntomas con su llegada. Tal es el caso de aquellos que tengan padecimientos respiratorios, pues la inhalación del aire afectado podría desatar complicaciones en enfermedades ya existentes. Algunos de los síntomas que se pueden presentar son:
- Dificultad para respirar
- Tos
- Empeoramiento de la sintomatología del asma
- Irritación del tracto respiratorio superior
- Además de afectar a los pacientes de patologías respiratorias, el aire cargado con polvo del Sahara también tiene la particularidad de generar irritaciones en la piel y en los ojos.
Recomendaciones
A pesar de que difícilmente corran un riesgo serio, aquellos considerados como más propensos a sufrir este fenómeno pueden tomar algunas precauciones para evitar que su calidad de vida se vea afectada durante los días que el polvo se encuentre en el aire.
- Utilizar tapabocas
- Mantenerse bien hidratados
- Tener al alcance la medicación correspondiente a las patologías respiratorias
- Evitar hacer actividades al aire libre, especialmente si requieren esfuerzo físico
