Opinión
Luis Heraclio Medina Canelón: Un cura aguerrido, el padre Simón Salvatierra
"Fue un personaje muy popular en los años 40 y 50"
19 de agosto de 2022
  
Opinión.- En la popular parroquia La Candelaria de Valencia, hay una calle llamada “Padre Salvatierra”. Hoy pocos recuerdan a quien le da el nombre a esa calle. Fue un personaje muy popular en los años 40 y 50, es el padre Simón Salvatierra (Bejuma 1910-Valencia 1969).
Salvatierra fue un personaje polémico, siempre fiel a sus principios y radical en su palabra y sus acciones. Ordenado en Roma en 1937, fue párroco de Nirgua, Miranda, Guacara, Bejuma y La Pastora en Valencia. Capellán de los Colegios San Antonio, Betania, Fe y Alegría.
 
Aparte del sacerdocio su otra pasión eran las Fuerzas Armadas, donde se asimiló y era tan corriente verle de uniforme militar como de sotana. Llegó a ser capellán de las guarniciones de Valencia y Maracay, con la jerarquía de capitán, desde los tiempos del gobierno del comandante Carlos Delgado Chalbaud. Era también un consumado deportista, a quien se veía frecuentemente jugando pelota en las barriadas de Valencia.
 
A raíz del sangriento golpe de estado que derrocó al gobierno constitucional del presidente Isaías Medina Angarita, que condujo al gobierno de facto de Rómulo Betancourt, protagonizó desde el púlpito y desde la calle una frontal oposición al gobierno golpista. Más tarde, cuando el gobierno de Betancourt inició una serie de ataques a la educación privada y religiosa, especialmente con el famoso “Decreto tres-dos.uno”, participó activamente en las multitudinarias manifestaciones de padres, estudiantes y religiosos en contra del mismo, las que llevaron a la suspensión del decreto y posterior renuncia del ministro de Educación.
 
Cuando el gobierno de la Junta Militar de Gobierno en 1949 creó el Instituto Nacional del Deporte, IND, Salvatierra fue designado como comisionado del deporte en Carabobo y luego presidente del IND Carabobo; también fue fundador de la Asociación Deportiva de Carabobo (ADC). Se cuenta que frecuentemente repartía su sueldo en las barriadas más pobres de la ciudad. Tuvo importante participación en la promoción de la construcción del stadium de Valencia, conocido como “Stadium Cuatricentenario”, al cual luego le cambiaron el nombre por “José Bernardo Pérez”, sede del Magallanes BBC. Tenía fácil acceso a los altos funcionarios del gobierno, donde gozaba de muchas simpatías; incluso era confesor de doña Flor Chalbaud de Pérez Jiménez.
 
Reconocido anticomunista y antiadeco, con motivo de la llegada al gobierno de Rómulo Betancourt fue destituido sin ningún tipo de procedimiento ni derecho a la defensa de su cargo de capellán militar “por ser desafecto al gobierno”, lo que le causó gran indignación.
 
Siempre vinculado a sectores conservadores de las FAN, se vinculó a un grupo de conspiradores antiadecos y participó activamente el 20 de febrero de 1961 en una audaz operación que ejecutó sin hacer un solo tiro, la toma del Palacio Blanco, la Academia Militar y Radio Rumbos, como parte de un frustrado golpe de estado contra Betancourt y comandado por el Cnel. Edito Ramírez, intentona conocida como "El Madrugonazo", la cual fracasó a las pocas horas por no activarse los otros comprometidos. Fue apresado por la Digepol en su modesta residencia en la esquina Flor de Mayo en la calle Comercio con Andrés Bello, de nuestra ciudad. Inmediatamente fue llevado a la Digepol de Caracas, donde sufrió torturas y vejámenes, para pasar luego preso a la Cárcel Modelo, donde estuvo detenido por unos 2 años, hasta ser indultado por el nuevo gobierno de Raúl Leoni.
 
Luego, en 1968 presentó su candidatura al Senado de la República por el estado Carabobo con la tarjeta del partido perezjimenista Cruzada Cívica Nacionalista (CCN) ganando abrumadoramente la senaduría por su estado. Al cobrar su primera quincena, al igual que lo había hecho antes, la repartió entre los más necesitados. Su salud se había resentido por los años de cautiverio y las torturas recibidas y murió en Valencia el 25 de mayo de 1969. Paradójicamente, por ser senador activo de la república le correspondieron honores fúnebres militares de general de brigada. Ni siquiera después de muerto pudieron separarlo de sus amadas Fuerzas Armadas.

Por Luis Heraclio Medina Canelón

M.C. de la Academia de Historia del Estado Carabobo
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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde